Consejos para disfrutarlas sin subir de peso.
Aparte de decorar la casa, recibir un sinnúmero de invitados y comprar regalos para la familia y los amigos, un gran desafío durante las fiestas de esta época del año es sobrevivirlas sin subir de peso.
Las fiestas son como un campo minado de excesos, y resulta casi imposible moderarnos. Aunque soy bastante disciplinado cuando se trata de mi dieta, en las fiestas, como todo el mundo, siempre me descubro comiendo algún turrón de más.
Después de todo, es la época del año para comer, beber y divertirse. Pero no es difícil saborear una comida sin inflarnos como un globo aerostático. Estar conscientes de que vamos a consentirnos en las fiestas hace que sea más fácil comer con moderación las semanas anteriores. Trate de consumir menos grasas, carbohidratos refinados y calorías, y haga un poco más de ejercicio.
Algunos consejos:
- Coma un temtempié bajo en calorías antes de la comida (una manzana, un pan integral, cereal o sopa), para que no tenga tanta hambre y pierda el control cuando sirvan la cena.
- Ponga en su plato un 20 por ciento menos de comidas altas en calorías y un 20 por ciento más de frutas y verduras. Los estudios muestran que no notará la diferencia.
- Comience con los platos más saludables, así se llenará un poco y comerá menos de los más calóricos.
- Sírvase usted mismo, en lugar de permitir que su cuñada o su cónyuge llenen su plato hasta el tope.
- Elija alimentos que dejen rastro: conserve en su plato los huesos de pollo. Si ve todo lo que ya ha comido, se pondrá un límite.
- Coma lentamente. Si engulle la comida, limpiará su plato antes que los demás, y se sentirá tentado a servirse de nuevo. Para reducir el ritmo, tome un sorbo de agua cada uno o dos bocados.
- Use un plato pequeño. El tamaño del recipiente determina la porción y, a fin de cuentas, terminará comiendo menos.
- Si en un restaurante le pide al mozo que no ponga pan en la mesa, se llenará sólo de sus platos preferidos.
- Cuide su consumo de alcohol, pues tiene casi 150 calorías por cada 30 ml y retrasa el ritmo metabólico. Y como el exceso de alcohol nubla el juicio, cuanto más beba, más comerá.