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Cómo hacer tu propio té

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El te? es la segunda bebida ma?s consumida en el planeta despue?s del agua. Sabemos que sus componentes son beneficiosos para la salud. Aprenda más aquí.

 

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La costumbre de beber te? se origino? en China, posiblemente alrededor del an?o 2700 a. C. Pudo haber comenzado cuando la gente empezo? a hervir el agua por razones higie?nicas, y luego la hizo ma?s agradable agregando hojas de la planta del te?. La bebida fue introducida en Japo?n en el siglo XIII por el monje budista zen Eisai, quien escribio?: “El te? tiene un extraordinario poder para prolongar la vida”. Muchos estudios cienti?ficos modernos sugieren que teni?a razo?n.

¿Verde, negro o intermedio?

 

La mayor parte del te? que se bebe en Asia, y cerca de un 20 % del que se bebe en Occidente, es te? verde, que se produce con las hojas de la planta Camellia sinensis sin otro proceso que el secado. El te? negro se produce a partir de la misma planta pero se lo somete a vapor para que se seque lentamente y para dar lugar a una variedad de reacciones qui?micas. Ellas son las responsables del cambio de color; por ejemplo, el pigmento verde, la clorofila, se descompone y se forman compuestos rojos y marrones a partir de la oxidacio?n de las catequinas. Esta? comprobado que las catequinas tienen muchos beneficios para la salud. Por eso, el te? negro y los dema?s, como el oolong, que sufren un procesamiento ma?s extenso, tienen un contenido mucho menor de catequinas y por lo tanto menos beneficios.

 

Sin embargo, los te?s negro y oolong todavi?a contienen una amplia variedad de componentes beneficiosos, en particular polifenoles, entre ellos taninos y vitamina C. Los taninos son responsables del sabor astringente (amargo, empalagoso), y tambie?n de un efecto menos deseable: inhiben la absorcio?n de hierro en el sistema digestivo. Por lo tanto, absorbera?s menos hierro de una comida si bebés te? negro (y en menor medida, oolong) justo antes, durante o despue?s de una comida, que si lo bebés entre comidas; algo a tener en cuenta si tenés niveles bajos de hierro.

Te?s frutales y herbales

 

Los te?s frutales y herbales -llamados colectivamente “tisanas”- se preparan con hierbas y frutas desecadas, y a veces con extractos de rai?z de algunas plantas. Contienen abundantes antioxidantes, que son beneficiosos para prevenir una cantidad de enfermedades cro?nicas y pueden retrasar el envejecimiento, y generalmente no contienen cafei?na. La mayori?a tambie?n contiene fibra soluble y minerales bene?ficos. Sin embargo, algunas tisanas, particularmente la de menta, inhibe la absorcio?n de hierro, aunque en menor medida que el te? negro.

 

Los componentes bene?ficos de las tisanas se presentan en concentraciones variadas, que a menudo no son significativas, especialmente una vez que se diluyen en el torrente sangui?neo. Como resultado, generalmente, no se puede confiar en ellas para propo?sitos me?dicos especi?ficos. Por ejemplo, el te? de menta contiene el aceite esencial de la planta de menta -es lo que le brinda su fuerte aroma- y se sabe que el aceite esencial mata bacterias e incluso virus; pero en la concentracio?n presente en el te? de menta, este efecto sera? muy limitado.

 

Algunas tisanas tienen reputacio?n de realizar acciones biolo?gicas especi?ficas: te? de diente de leo?n como diure?tico, te? de hojas de frambuesa para inducir el parto. La evidencia sobre estos efectos es poco confiable, porque se realizaron muy pocos ensayos cli?nicos para estudiarlos. La hoja de frambuesa contrae de?bilmente los u?teros de ratonas en laboratorio, pero no hay evidencia de que esto suceda en humanas. Sin embargo, se comprobo? que el te? de menta, una de las tisanas ma?s estudiadas, relaja los mu?sculos del tracto gastrointestinal y, a la vez, alivia el si?ndrome de intestino irritable.

 

Las tisanas y los te?s no “desintoxican”; ese es trabajo del hi?gado, que funciona sin tener en cuenta cua?nto te? consumas. Pero son agradables, generalmente seguros de beber en grandes cantidades y representan una manera sencilla de aumentar la ingesta de li?quido.

Tés caseros

 

  • Tené cuidado cuando prepares tus propios te?s con plantas del jardi?n, ya que algunas pueden ser venenosas o contener compuestos que interfieren con medicamentos. Pero, generalmente, las plantas comestibles son seguras.
  • Recolectá las hojas y flores en su mejor momento, normalmente a mediados del verano, y luego distribuilas en una rejilla y dejalas secar varios di?as. Una vez que este?n casi secas, colocalas sueltas en una funda de almohada y colgala hasta que se terminen de secar.
  • Las tisanas hechas en casa suelen ser ma?s fuertes que las compradas, asi? que andá con precaucio?n al comenzar, y experimentá con diferentes variedades y concentraciones.
  • Las hojas de frutilla y frambuesa son una buena opcio?n, la rosa mosqueta es una fuente particularmente buena de vitamina C, y la menta brinda un sabor agradable. Tambie?n podés incluir naranja desecada o ca?scara de limo?n para agregar un sabor frutal.
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