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¡Limón contra todo!

2005
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Seguro sabía que ante el dolor de garganta, un té con limón es muy bueno. ¿Pero sabía que el limón también es genial para la piel, y para disminuir dolores?

Cuando se bebe una limonada, se obtiene algo más que un toque agrio. Los limones son una gran fuente de compuestos saludables que mejoran la inmunidad, refuerzan los vasos sanguíneos y ayudan a las curaciones de la piel. Pueden bloquear las alteraciones celulares que pueden ser un paso previo al cáncer. Uno o dos chorritos generosos de limón y una cucharada de miel disueltos en una taza de agua caliente es el elixir perfecto para el dolor de garganta. El limón es un ingrediente indispensable para preparar jarabes para la tos y tratamientos de belleza caseros.

Raíces históricas

Los limones son producto del cruce entre una fruta llamada citrón y la lima. Probablemente se originaron en China o en la India hace unos 2.500 años. Los árabes los introdujeron en España y en el norte de África alrededor del siglo XI, y las Cruzadas contribuyeron a su expansión por el resto de Europa. Cristóbal Colón los trajo a América en su segundo viaje, en 1493, y se cultivan en América desde el siglo XVI. Los marineros británicos consumían limón para prevenir el escorbuto, un mal causado por la deficiencia de vitamina C. Un solo limón contiene 39 miligramos de vita­mina C, más de la mitad de la ración diaria recomendada.
Durante la fiebre del oro de California, los mineros y los pioneros también dependían de los limones para combatir el escorbuto, al punto que en 1849 estaban dispuestos a pagar un dólar por cada limón, una suma inmensa para una fruta tan pequeña; a valores actuales, equivale a unos US$ 25,58.

¿Qué contiene el limón?

La vitamina C del limón hace reducir los niveles de his­tamina, una sustancia química que contribuye a causar congestión nasal y ojos llorosos. Esta vitamina es un poderoso antioxidante que también reduce los niveles de radicales libres, esas moléculas perjudiciales que dañan las células, y ayudan a proteger contra las enfermedades cardíacas. (Diversos estudios mostraron que los niveles bajos de vitamina C incrementan el riesgo de infartos. Cuando el colesterol se oxida, es decir, es atacado por los radicales libres, es más probable que se convierta en un depósito que tapona las arterias.) El organismo usa la vitamina C para fomentar la actividad de las células inmunitarias y para fabricar el colágeno, la sustancia formadora de tejido que asiste en el proceso de cicatrización.
 
Los limones también están cargados de ácido cítrico, una sustancia química que regula la expulsión del calcio y ayuda a prevenir la formación de cálculos renales. Si te preocupan los cálculos en el riñón, probá beber diariamente ocho vasos de 240 mililitros de limonada preparada con jugo de limón fresco (endulzada con la menor cantidad de azúcar posible). Esta bebida refrescante previene la formación de cálculos renales de una manera tan efectiva como las drogas recetadas a base de citrato, por ejemplo, el citrato de potasio.
 
Por último, la cáscara de limón es rica en un biofla­vonoide (grupo de sustancias químicas antioxidantes vegetales) llamado rutina, que fortalece las paredes de las venas y capilares y disminuye el dolor de las várices, y reduce también su aparición. 
 

A la hora de comprar

  • Procure limones intactos, sin manchas y con un intenso color amarillo y la cáscara lisa.
  • La textura áspera o irregular suele indicar que la cáscara es muy gruesa, y eso significa que tendrá menos pulpa y jugo en su interior.
  • Sostener el fruto para calcular el peso: cuanto más pesado se sienta, mejor.
  • Antes de exprimirlos, hacelos rodar sobre una superficie plana, presionando con la palma de la mano; esto contribuirá a obtener más jugo. 
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