Hay varias causas para sufrir zonas de calvicie. La mayoría, por suerte, tienen tratamiento. Conozca más sobre la caída del pelo.
Es difícil aceptar la pérdida del pelo como un proceso natural en la vida. La mayoría de las personas, incluyendo mujeres, perderá una parte de su pelo e incluso todo a medida que envejezca. Pero cuando comienza a perderlo súbitamente, con madejas de pelos en la ducha o al cepillarse, puede ser preocupante. También puede ser signo de algún problema de salud.
Es conveniente conocer el ciclo de crecimiento de un cabello sano. Generalmente, la mayor parte de este se encuentra en fase de crecimiento y va alargándose alrededor de 1,25 centímetros por mes. Esta etapa del ciclo continúa durante cerca de dos y ocho años.
Después de esto, hay una etapa intermedia que dura aproximadamente tres semanas, en las cuales el pelo no crece pero tampoco se cae. Finalmente, entra en una fase de reposo en la que se afloja pero permanece en su folículo.
Posteriormente, cuando dicho folículo comienza a tener nuevos cabellos, los más antiguos se caen.
Debido a este proceso cíclico, todos perdemos hasta 100 cabellos al día. “En un momento determinado, aproximadamente el 10 por ciento de nuestro pelo se encuentra en fase de caída”, explica la dermatóloga Jennifer Jones, asesora en la Asociación Británica de Dermatólogos.
Cuando el equilibrio se altera, muchos de los cabellos entran en fase de reposo, y unos meses después, ese cabello se cae a la vez.
Uno de los detonantes principales para este tipo de alteración son los cambios hormonales. El estrógeno mantiene al pelo en la etapa de crecimiento, mientras que los andrógenos acortan el ciclo de crecimiento. Tanto dar a luz como problemas de tiroides crean un desequilibrio que se inclina hacia los andrógenos, y pueden causar pérdida de pelo. “El estrés también es un desencadenante importante”, comenta Jones. “Por lo que un divorcio, la pérdida de un ser querido y hasta cambiarse de casa, tienen este efecto en nosotros”.
Otro de los responsables es el sistema inmune. Esto se traduce en alopecia, que afecta al dos por ciento de la población mundial, suele tener un origen familiar y puede activarse a causa de una situación estresante. En algunos casos la alopecia es sutil y otras veces se pierde todo el pelo, incluyendo el vello corporal, cejas y pestañas. El pelo en las zonas de alopecia tiende a crecer de nuevo, pero la pérdida de vello en todo el cuerpo, por lo general, es permanente.
La formación de cicatrices por problemas autoinmunes —incluyendo eczemas, psoriasis y liquen planopilar— pueden causar zonas de pérdida de pelo. De manera similar, la tiña, una infección por hongos, puede afectar el área de la cabeza en la que aparece.
Algunos medicamentos también pueden producir una alteración en el ciclo de crecimiento del pelo. Por ejemplo, es un efecto secundario de algunos tratamientos para la tensión, de los inhibidores de la HMG-CoA reductasa y de la terapia de remplazo hormonal, entre otros. “Si nota pérdida de pelo, consulta al médico”, sugiere Jones. “A veces se puede cambiar la medicación”.
Para descubrir la causa es posible que le pidan un análisis de sangre, una pequeña biopsia de piel o un examen del cabello. Si es hormonal o por estrés, generalmente se resuelve sin ninguna intervención.
Si necesita soluciones estéticas, la aplicación tópica de esteroides puede ayudar a engrosar el pelo; también los trasplantes son una buena opción.