Una buena salud bucal no es sólo una cuestión estética.
1 – ¿Enjuague bucal o pasta dental?
Los enjuagues bucales no conservan su aliento fresco durante mucho tiempo, y también suelen contener alcohol, lo que puede resecarle la boca y volverla más susceptible a las bacterias. Los estudios indican que los enjuagues bucales que contienen clorhexidina pueden ayudar a combatir el mal aliento. Si está dispuesto a gastar un poco más, pruebe un enjuague que contenga dióxido de cloro; en un estudio de 5.000 personas, se observó que este eliminó las bacterias que producen el mal olor. Algunos estudios revelan que existe un vínculo entre los enjuagues que contienen alcohol y un riesgo mayor de padecer cáncer de la cavidad bucal, así que si quiere ser más que precavido, opte por enjuagues bucales sin alcohol.
2 – Veredicto sobre el chicle
En un pequeño estudio francés, el chicle redujo la halitosis un poco durante una hora, pero no eliminó los compuestos de azufre que causan el mal olor. Muchos odontólogos recomiendan el chicle sin azúcar o el que contiene xilitol (técnicamente, un alcohol de azúcar del que no se alimentan las bacterias) porque estimula el flujo de saliva.
3 – Cepíllese dos veces
Adquiera el hábito de cepillarse los dientes cuando se levante y otra vez de noche, al acostarse. Son las dos veces más importantes, porque la saliva (que ayuda a combatir el sarro que produce las caries) se seca durante la noche, así que es mejor eliminar de los dientes todo el sarro acumulado antes de ir a dormir. Al cepillarse por la mañana, antes de cualquier otra cosa, usted remueve el sarro y las bacterias que puedan haberse acumulado mientras dormía.
4 – No olvide el raspador de lengua
Cepíllese la lengua durante un minuto. No hay mejor manera de deshacerse de la boca matutina y comenzar su día limpio y fresco. Después de todo, más de 300 tipos de bacterias pueden alojarse en su boca todas las noches. Una causa importante del mal aliento es la acumulación de bacterias en la lengua, que un raspado diario de este órgano ayudará a eliminar. Además, usar un raspador de lengua es más efectivo que cepillársela con un cepillo dental.
Las concentraciones de compuestos de azufre bajaron un 53 por ciento en las personas que se cepillaron los dientes y la lengua durante un minuto entero dos veces por día durante dos semanas, según odontólogos de Nueva York que estudiaron a 51 pares de gemelos. El cepillado remueve las bacterias que se alimentan de las partículas microscópicas de alimentos que recubren los dientes y la lengua después de una comida.
5 – ¿Cepillo eléctrico o manual?
La tecnología de los cepillos de dientes ha avanzado mucho desde los días en que la gente se cepillaba con pelos de cerdo. Pero aunque el equipo dental ha mejorado enormemente, nuestra dieta con alto contenido de azúcar hace que los dientes se encuentren en mayor peligro que antes. Una limpieza concienzuda ayuda a combatir las caries y las enfermedades periodontales, y hay mucho más en juego de lo que se podría pensar. Las enfermedades de las encías se han asociado a las cardiopatías y la apoplejía.
Si usted es de los pocos que se cepillan fielmente durante dos minutos al menos dos veces por día, y presta la misma atención al frente, a la parte de atrás y a la superficie de masticación de todos esos dientes, entonces lo único que necesita es un cepillo normal. Para el resto de nosotros, los cepillos eléctricos brindan una limpieza más exhaustiva. Las encuestas muestran que la mitad de nosotros se cepilla sólo una vez por día, y la mayoría dedicamos sólo 46 segundos a la tarea. Una revisión definitiva de 42 estudios con 4.000 personas reveló que un cepillo eléctrico con cerdas que rotan en direcciones alternas eliminaba un 11 por ciento más de sarro y reducía las enfermedades de las encías un seis por ciento más que los cepillos manuales después de uno a tres meses de uso. Pero la tecnología dental tiene su precio. Sólo los cepillos con cerdas que giraban en una dirección y luego en la otra (oscilación de la rotación) eran así de eficaces, y estos suelen ser más caros. Los cepillos ultrasónicos y los que tenían cabezas que rotaban en una sola dirección no eran mejores que un cepillo de dientes manual.
6 – Un cepillo de dientes…
húmedo puede ser un campo de cultivo para las bacterias. Siga estos pasos para mantener bajo control a los bichos de los cepillos:
Enjuague su cepillo con agua fría y luego guárdelo en posición vertical después de cada uso para que el agua se escurra de las cerdas. No guarde un cepillo mojado en un estuche cerrado.
No deje que las cerdas de los cepillos de los miembros de la familia se toquen. Después de un resfrío, una gripe, de haber tenido la garganta irritada o aftas, es buena idea que reemplace su cepillo de dientes o la cabeza del cepillo de su aparato eléctrico.
Considere remojar su cepillo en un enjuague bucal antimicrobiano. Los estudios muestran que un remojo de 20 minutos puede ayudar a eliminar los gérmenes; pero no vuelva a usar el líquido de desinfección ni remoje en él más de un cepillo. Reemplace todos los cepillos o las cabezas de estos cada tres o cuatro meses.
7 – En defensa del hilo dental
El hilo dental es el único método para desalojar ese hilito de espinaca que se le quedó detrás de un premolar a la hora del almuerzo, pero hay pruebas cada día mayores de que usar el hilo dental todos los días también puede reducir el riesgo de padecer algunas enfermedades inesperadas y mortalmente peligrosas. Los investigadores han descubierto que una enfermedad de las encías no tratada eleva las concentraciones de bacterias en el torrente sanguíneo. Estas bacterias pueden adherirse a los depósitos grasos de los vasos sanguíneos del corazón. El resultado es un riesgo más alto de desarrollar ateroesclerosis, un mal que se asocia a los ataques cardíacos y las apoplejías.
8 – Blanqueamiento suave en casa con peróxido…
puede desencadenar sensibilidad e irritación de los dientes. Hay en el mercado productos sin peróxido que sirven para blanquear la sonrisa sin irritarse los dientes y las encías.
9 – Revise sus opciones de blanqueamiento
Los geles para el blanqueamiento en casa tienden más a provocar irritación que los tratamientos en el consultorio del dentista, ya que las bandejas, que vienen en un solo tamaño, no están hechas a la medida de su boca, lo que entraña el peligro potencial de que el peróxido se filtre al tejido suave y las encías. Además, el uso excesivo de los productos blanqueadores puede producir inflamación de las encías, aspereza del esmalte, dientes con manchas blancas y un fenómeno conocido como “sonrisa de leche descremada” (dientes sobre blanqueados que tiene un color azul o gris translúcido). ¿Cuánto es demasiado? Si sus dientes se vuelven sensibles al aire o los líquidos fríos, o se le destemplan con frecuencia, ha exagerado. Para obtener el mejor blanqueado posible, visite a su dentista. Los blanqueadores profesionalmente aplicados contienen cantidades de peróxido de hidrógeno que van del 15 al 35 por ciento; los kits caseros tienen alrededor del 10 por ciento. A veces se usa un láser para acelerar el proceso de blanqueo, y los procedimientos duran una hora.
10 – El blanqueamiento casero: ¿es efectivo?
Los productos caseros para el blanqueo dan resultado en los dientes amarillentos, pero no en aquellos que tienen un matiz marrón o gris. Los investigadores de la Universidad de Michigan analizaron 25 estudios clínicos de productos de blanqueo que contenían carbamida o peróxido de hidrógeno, y descubrieron que, luego de dos semanas de uso, los blanqueadores funcionaban mejor que la ausencia de tratamiento. Sin embargo, muchos de los estudios podrían haber sido tendenciosos, ya que fueron llevados a cabo o financiados por los fabricantes de los productos. Con todo, estas son las mejores pruebas de que se dispone. Pero una sonrisa hermosa tiene su costo. Hasta el 78 por ciento de las personas que usan blanqueadores de dientes experimentan sensibilidad dental mientras usan los sistemas de blanqueamiento, y quienes tienen retracción de las encías son quienes más sufren.