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Remedios caseros para el dolor de artritis

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La artritis es un padecimiento que casi todas las personas sufren alguna vez en la vida y  suele ir acompañado de la toma diaria de medicamentos.

Prácticamente todo el mundo tiene un “poco» de artritis a medida que envejece. Usualmente es osteoartritis, una enfermedad de las articulaciones causada por el desgaste de toda la vida. Por otra parte, la artritis reumatoidea es una afección dolorosa que deforma las articulaciones y se produce cuando el sistema inmunitario confunde al tejido normal con un elemento extraño y lo ataca. Esto puede ocurrir a cualquier edad. Los medicamentos ayudan; pero algunos remedios caseros fáciles alivian y también ofrecen una promesa de vivir sin dolor.

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Lo primero es lo primero

El tratamiento de la artritis no debe limitarse a aliviar el dolor cuando se presenta. Cada vez más, los médicos recomiendan que las personas con artritis sigan una dieta antiinflamatoria. Eso implica descartar los alimentos disparadores de la inflamación. En la lista de prohibidos están los sospechosos habituales: comidas rápidas, comida chatarra, frituras y alimentos procesados. En lugar de eso, adoptá una dieta sana de estilo mediterráneo, con abundantes frutas frescas y verduras, pescado, aceite de oliva, ajo, cebolla y hierbas. Un estudio hecho en Suecia con pacientes de artritis reumatoidea determinó que aquellos que cambiaron por un plan de comidas mediterráneo tuvieron menos inflamación y, en consecuencia, recuperaron parte de sus funciones físicas. 

Para comenzar a mejorar su dieta, buscá en tu despensa nueces, frutas disecadas, frutas en lata (al natural, no en almíbar), pescado en lata y cereales de grano entero como cebada, avena, trigo burgol, cuscús y arroz integral. 

 

Remedios caseros:

  • Llená las medias de arroz: rellená una media de algodón (se necesita un microondas, por lo que no deberás usar una de fibra sintética, ya que se derretiría) con cualquier tipo de arroz crudo que tengas en la alacena, y cerrala bien. Colocala en el microondas a potencia alta, de 2 a 3 minutos. Retirala con cuidado, estará muy caliente. Cuando se enfríe un poco pero todavía esté tibia, ubicala sobre la articulación dolorida para aliviarla. Debería mantenerse tibia una media hora. Si tenés a mano lavanda u otra hierba fragante, agregá un poquito para obtener también una aromaterapia relajante. Reutilizalo cada vez que desees. 
  • Tomá un té de jengibre: varios estudios encontraron que el jengibre tiene una acción similar a la de los antiinflamatorios no esteroides, las drogas de primera línea para la artritis. Al parecer, funciona bloqueando las sustancias químicas que generan el dolor, que son parte de la respuesta del organismo ante la inflamación; y lo hace sin los efectos secundarios de los medicamentos. Usá el jengibre en polvo, crudo o ligeramente cocido, en las comidas. Para preparar un té, cortá tres o cuatro rodajitas de jengibre y colocalas en un recipiente con un par de tazas con agua. Calentá a fuego lento, tapado, unos 15 minutos. Consumilo dos o tres veces por día. También se puede conseguir té de jengibre en saquitos. 
  • Prepará óleo para fricciones con el especiero: agregá una pequeña cantidad de ají picante, romero o tomillo a ½ taza de aceite vegetal y usalo como bálsamo para fricciones. Estas hierbas tienen propiedades calmantes. 
  • Tratamiento frío-calor para sus articulaciones: necesitarás dos recipientes. Llená el primero con agua fría y una cubetera de hielo, y el otro con agua caliente a una temperatura que sea soportable al tacto. Empezá por el agua fría. Sumergí durante 1 minuto la articulación que duele; luego, cambiá al agua caliente y sumergí 30 segundos. Después de esto, continuá cambiando entre frío y caliente durante unos 15 minutos, sumergiendo la parte afectada 30 segundos en cada uno. Terminá con agua fría durante 1 minuto. 
  • A lavar los platos: si te duelen las manos, esto es justo lo que indicaría el médico. Sumergí las manos en agua caliente, lo que ayuda a relajar los músculos y las articulaciones y alivia la rigidez. Así también estarás ejercitando las manos, lo que ayuda a mantener la movilidad de manos y dedos.
  • Encendé la radio en la cocina: se sabe que escuchar música puede aliviar el dolor, por la distracción en sí y porque eleva los niveles de hormonas que reducen la sensibilidad al dolor. En un estudio de la Fundación Clínica de Cleveland en personas que sufrían dolor de espalda, cuello o articulaciones, un grupo recibió una lista de canciones con melodías relajantes; en otro eligieron su propia banda de sonido, y un tercero no recibió ninguna terapia musical. Los dos grupos que escuchaban música tuvieron menos dolor que el grupo que no tuvo música, quienes sufrieron un aumento del 2% en el dolor. Este estudio también indicó que no importa qué tipo de música se escuche, sino que agrade. Quienes eligieron sus propias melodías experimentaron una mayor reducción del dolor, la depresión y la falta de movilidad que aquellos que escucharon una música relajante genérica.
  • Los aromas placenteros pueden alterar la percepción del dolor. Investigadores japoneses descubrieron que la lavanda reduce los niveles de la hormona del estrés cortisol, haciendo que la persona se relaje y sea menos consciente del dolor. Pero la lavanda no es el único aroma que funciona. En otro estudio, investigadores coreanos hallaron que personas con artritis tenían menos dolor y se deprimían menos cuando se los exponía a los aromas de especias de cocina, como mejorana, romero y menta. Prepará una mezcla para inhalar agregando una cucharadita de cada una de estas hierbas secas en 2 cucharadas de aceite vegetal. Aspirá el aroma con frecuencia.
  • Prepará tu propia crema de capsaicina: este antiguo remedio casero ahora se convirtió en un tratamiento de venta libre para la artritis y el dolor de espalda. La capsaicina, una sustancia que se extrae de los ajíes picantes, reduce los niveles de un compuesto llamado sustancia P, que transmite las señales de dolor hacia el cerebro. Mezclá unas pizcas de ají picante triturado con 2 ó 3 cucharaditas de aceite de oliva. Aplicalo con una gasa en la piel que no presente lastimaduras, sobre las articulaciones doloridas, varias veces por día. Las primeras dosis causarán una sensación de ardor leve, pero al cabo de aproximadamente una semana ya estará desensibilizado. Aun así, no lo pongas en contacto con la boca, los ojos u otras membranas mucosas, y evitá el contacto directo con las semillas de los pimientos; el ají picante es altamente irritante. De hecho, un efecto secundario habitual de este tratamiento es una irritación leve de la piel.
  • Aplicá un emplasto de té de manzanilla: además de calmar los nervios, el té de manzanilla es un antiinflamatorio que puede ayudar a aliviar el dolor de la artritis. Prepará una infusión fuerte, con cuatro saquitos de té de manzanilla en una taza de agua caliente. Dejá reposar, tapado, 20 minutos, y estrujá los saquitos de té al retirarlos. Impregná un paño limpio con el líquido y aplicá. Una precaución: si sos alérgico a las plantas de la familia de la ambrosía, áster o crisantemo, podrías tener alergia a la manzanilla. 
  • Preferí el verde: tomá cuatro tazas de té verde por día. En un estudio reciente llevado a cabo en la Universidad Case Western Reserve, los investigadores les dieron a unos ratones el equivalente de cuatro tazas de té verde por día. Después les suministraron una sustancia que normalmente produciría artritis reumatoidea. Los ratones que habían tomado el té tuvieron menos probabilidades de desarrollar artritis que los ratones que sólo tomaron agua. Otra investigación mostró que los polifenoles del té –con propiedades antioxidantes– también son antiinflamatorios y mejoraron las respuestas inmunitarias asociadas con la artritis. 
  • Mezclá un poquito de cúrcuma: los investigadores descubrieron que la cúrcuma –esa especia amarilla que se encuentra en los curries y en algunos tipos de mostaza– contiene un compuesto muy potente llamado curcumina, que inhibe las enzimas y proteínas que producen la inflamación. Varios estudios encontraron que específicamente la cúrcuma reduce el dolor y la hinchazón en las personas con artritis. En un estudio hecho sobre pacientes con osteoartritis de rodilla, aquellos que consumían tan sólo 2 gramos por día (menos de una cucharadita) tuvieron un alivio del dolor y un incremento en su movilidad igual al de aquellas personas que tomaron 800 miligramos de ibuprofeno, un antiinflamatorio no esteroide de venta libre. Espolvoreá media cucharadita de cúrcuma sobre el arroz o las verduras todos los días. O tené siempre a mano los sobrecitos individuales de mostaza amarilla coloreada con cúrcuma; es la dosis perfecta. 
  • Con clavos: el clavo de olor contiene una sustancia química antiinflamatoria llamada eugenol, que interfiere en el proceso corporal asociado al tipo de respuesta inmunitaria que desencadena la artritis. En un estudio sobre animales el eugenol impidió la liberación de COX-2, una proteína que incita la inflamación. Se trata de la misma proteína sobre la que actúan las drogas inhibidoras de COX-2, como el celecoxib (Celebrex). En otro estudio, los compuestos del clavo de olor inhibieron el proceso inflamatorio que aparece en dolencias tales como artritis, asma y alergias, para nombrar sólo algunas. También contiene antioxidantes, que son importantes para retrasar el daño que causa la artritis en cartílagos y huesos. Los clavos de olor se usan en abundancia en la cocina india para condimentar todo, desde un guiso hasta un pan de carne e incluso pan. Intentá usar de media a una cucharadita por día. 
  • No salgas de los alimentos con bajos alérgenos: existen pruebas de que las alergias alimentarias podrían jugar un papel en las enfermedades autoinmunes como la artritis reumatoidea. En la Universidad de Oslo, en Noruega, los investigadores descubrieron que las personas con enfermedades autoinmunes tenían niveles más altos de anticuerpos para la leche de vaca, huevos, bacalao y cerdo que las personas que no tenían esa enfermedad. En un estudio, las personas con artritis reumatoidea que siguieron una dieta de la que se suprimieron los alérgenos más comunes como los cereales (en especial los productos de trigo que contiene gluten), las nueces, la leche y los huevos durante 10 a 18 días, tuvieron una mejoría significativa de los síntomas. Cuando comenzaron a consumir nuevamente esos alimentos se sintieron peor. Otros estudios hallaron que el maíz, el trigo, las naranjas, la avena, el centeno, los huevos, la carne vacuna y el café también pueden ser alimentos problemáticos. Es interesante notar que muchos de esos alimentos colaboran en la producción de ácido araquidónico, una sustancia química del organismo que se asocia con la inflamación. 

El perfume que alivia el dolor

No existe un lugar más conveniente que la piel para guardar tu fragancia calmante favorita. Podés preparar fácilmente un aceite para la piel, que tendrás siempre a mano, directamente en el brazo o las muñecas, cada vez que necesites aspirarlo.

Mezclá 15 gotas de alguno de los aceites esenciales conocidos por aliviar el dolor –lavanda, manzanilla, eucalipto o vainilla– con aproximadamente 2 cucharadas de un aceite neutro, como el de almendras, de jojoba, de coco o de palta. Frotalo sobre la piel. También podés emplearlo como aceite para masajes. No uses el mismo aceite fraganciado todos los días. Al poco tiempo te acostumbrarías al aroma y ya no respondería a su capacidad de calmar el dolor. 

Extraño e inusual

Una antigua cura para el “reumatismo” consistía en matar una serpiente de cascabel antes de que tuviera la oportunidad de atacar (lo cual es un buen consejo), desollarla, secarla y luego poner los restos en una jarra con whisky de grano. Después, se bebía el whisky. No sorprende enterarse de que no hay ningún fundamento científico que apoye esta práctica, y es un poco peligrosa para recomendarla. Pero se han hecho estudios en el Instituto Shulov de Ciencias, en Israel, explorando la posibilidad de que el veneno de la serpiente, una vez eliminadas las toxinas, pudiera convertirse en un remedio potencial para la artritis. El veneno contiene ciertos péptidos –una molécula que contiene aminoácidos– que pueden desactivar las señales de dolor; eso le viene muy bien a un reptil que necesita inmovilizar a sus presas. Por supuesto, la línea entre una parálisis momentánea y la muerte es muy delgada, por lo que no recomendamos que intente con este remedio en casa.

Cuándo consultar al médico

Dado que no podés saber con seguridad qué tipo de artritis padecés, o si los síntomas corresponden a otra afección totalmente distinta, visitá a tu médico si la rigidez de las articulaciones, la hinchazón, el enrojecimiento o el dolor persisten más que unos pocos días. Podrías tener gota (con la que se acumulan cristales de ácido úrico en la articulación, causando inflamación). El riesgo de gota aparece si tenés sobrepeso, si tu dieta contiene mucha carne roja, o si bebés mucha cerveza o bebidas destiladas. Algunas veces, las infecciones son las que causan el dolor articular. Si ya tenés un diagnóstico de artritis, acudí al médico si notás una hinchazón distinta en las articulaciones. 

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