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¿Quién te roba el sueño?

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Si esperabas una nota romántica, esta no lo es. Aquí la protagonista es una de las perturbaciones del sueño más comunes y menos conocidas: la apnea. ¿Sabías que este trastorno podría ser el culpable de tus malas noches? Si no dormís bien, leé esta información.

Katherine Lawes sabía lo que era la apnea antes de haber pasado la noche en un laboratorio de sueño. A su hermano mayor, a un primo y a un amigo les habían diagnosticado este trastorno. Así que, cuando se fue de vacaciones con su familia, comprendió de qué se trataba cuando su hijo le dijo que había estado respirando de forma entrecortada durante la noche. 

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Esta mujer canadiense, de 67 años, que vive en España, también había oído sobre lo grave que puede ser la apnea. “Estás cansado durante el día porque no has dormido. Tu cuerpo ha estado trabajando por mantenerse con vida”, recuerda que decía su hermano.

Eso es exactamente lo que sucede durante la apnea del sueño, indica el doctor Javier Puertas, director del Centro de Medicina del Sueño del Hospital Universitario de La Ribera en Alzira, Valencia. En las personas con apnea del sueño, las vías respiratorias superiores se estrechan y obstruyen el suministro de aire al organismo. No es sorprendente que la falta de aire haga que mucha gente primero ronque, luego respire de forma entrecortada y después se despierte para restablecer la respiración normal.

“En algunos casos sucede cientos de veces durante la noche”, indica Puertas. “El paciente no es consciente de las veces que se despierta. Normalmente cada episodio dura de 3 a 5 segundos y, al final de la noche, los pacientes solo recuerdan que su descanso no ha sido reparador”.

Todas las personas que roncan no sufren apnea, pero un ronquido muy fuerte, debido a las vías respiratorias obstruidas, a veces es un signo de este trastorno. Otros síntomas son: sueño durante el día, dolores de cabeza por la mañana, presión arterial elevada, despertarse de forma abrupta o períodos en los que otra persona nota que la persona ha dejado de respirar. 

La apnea del sueño sin tratamiento se ha relacionado con diabetes e hipertensión. Y existe otro efecto potencialmente mortal de la apnea sin tratar: los accidentes de tráfico causados por conductores somnolientos. No está claro exactamente cuántos de estos accidentes se producen, pero los expertos en sueño calculan que constituyen alrededor del 20 por ciento. Esta cifra está respaldada por una encuesta realizada el año pasado por la Sociedad Europea de Investigación del Sueño, que descubrió que uno de cada cinco europeos dijo haberse quedado dormido al volante en los dos años anteriores. Entre los que se durmieron, el 7 por ciento afirmó que sufrió un accidente de tránsito como resultado.

La inquietud sobre los accidentes de tránsito llevó a un grupo de trabajo de la Comisión Europea para la Apnea del Sueño y la Conducción a recomendar que la UE requiera a los conductores con apnea del sueño que controlen el trastorno o se arriesguen a perder su permiso. ¿La buena noticia? “Se ha demostrado que el tratamiento de la apnea del sueño elimina los riesgos de sufrir un accidente de auto”, indica el presidente del grupo de trabajo, el doctor Walter McNicholas, director de la Unidad de Trastornos Pulmonares y del Sueño en el Hospital Universitario de St. Vincent, en Dublín. 

 

Quizás hace 10 o 20 años no se sabía nada sobre la apnea del sueño. Hace dos décadas, solo el 4 por ciento de los hombres y el 2 por ciento de las mujeres sufría apnea del sueño, pero esas cifras van en aumento, en parte debido a que más gente sufre factores de riesgo, como la obesidad, afirma McNicholas. Los factores genéticos también podrían influir. “Las cifras del 5 por ciento al 10 por ciento ahora suelen considerarse cifras de prevalencia para la apnea del sueño significativa”, indica. Eso se traduce en 800.000 a 1,6 millones de argentinos.

Con más casos, surge otra inquietud. “Cuando se considera que estas personas han sido diagnosticadas al monitorizar su sueño, se llega a la conclusión de que la logística para ello es enorme”, afirma McNicholas. Como resultado, una gran parte de la investigación se centra en formas de diagnosticar la apnea del sueño fácilmente, tanto en laboratorios de sueño como en el hogar. Dos prometedoras soluciones son los dispositivos que pueden colocarse en la mesa de luz para detectar patrones de sueño o los monitores portátiles que pueden usarse en el hogar y que registran el sueño.

Hoy día, la mayoría de la gente aún debe pasar la noche en un laboratorio de sueño para recibir un diagnóstico. Muchos averiguan que no es un entorno tan extraño como esperaban. “Pensé que iba a costarme, pero me dormí enseguida”, dice Lawes.

El tratamiento puede ser otra historia. Probablemente el más común y efectivo hoy es la presión positiva continua en la vía aérea (CPAP). El sistema consiste en una pequeña bomba de aire, un tubo y una máscara que cubre la nariz (o la nariz y la boca) mientras se duerme para dirigir con cuidado el aire hacia las vías respiratorias superiores. 

Pensar en dormir con una máscara para toda la vida es desalentador, dice Puertas. “Yo les digo a mis pacientes que la CPAP es como los anteojos: cuando uno se despierta, se los pone. De la misma forma cuando es momento de dormir, se pone la CPAP”.

Después de un tiempo, algunas personas incluso se muestran muy apegadas a su dispositivo. Dice McNicholas: “Se van a dormir y se acurrucan con la máscara CPAP”. Él cree que es la reacción subconsciente del organismo a poder relajarse y tener un buen descanso por la noche.

Aun así, lleva tiempo acostumbrarse a la CPAP. Cuando Lawes comenzó el tratamiento, la máscara no se le ajustaba bien. La solución fue una máscara más pequeña. Y, más tarde, cuando comenzó a sentir que el aire le molestaba consiguió un accesorio humidificador para ayudarla a respirar mejor.

A veces se queda dormida sin la máscara, o se la saca en medio de la noche, pero después de algunos días sin la CPAP los síntomas de la apnea del sueño vuelven. Lawes nota una diferencia al día siguiente de no usar la CPAP porque es más propensa a quedarse dormida durante la tarde y no se siente muy bien. Saber que un tratamiento sistemático es esencial para la salud hace más fácil intentar ser regular, afirma.

Las parejas de las personas que sufren apnea se sienten reconfortadas cuando descubren que la CPAP hace un importante trabajo: en lugar de preocuparse porque su pareja vaya a dejar de respirar, sienten alivio, indica Puertas. Algunas de estas personas se quejan por el ruido de la máquina y ese no es un problema fácil de resolver, pero el dormitorio suele volverse más silencioso porque hay menos ronquidos. “La mayoría prefiere el ruido uniforme y normalmente bajo de la CPAP en lugar de ronquidos fuertes”, comenta Puertas. Y, según un nuevo estudio, se ha comprobado que tener el apoyo de su pareja ayuda a la gente a usar la CPAP.

Lawes se ha ido de vacaciones después de comenzar el tratamiento. En uno de los viajes, luego de sacarse la máscara durante la noche, una amiga la despertó para decirle que volviera a ponérsela porque estaba roncando.

Lawes también está difundiendo información sobre la apnea del sueño. A una de sus amigas con problemas de salud le dijeron que podía tener apnea del sueño pero le daba miedo ir a un laboratorio de sueño. “La aterraba hacerse la prueba”, dice Lawes. “Cuando le dije que era muy grave, fue y se la hizo. Después de un mes de usar su nueva CPAP estaba durmiendo mucho mejor.

Cada vez más el conocimiento sobre la apnea del sueño hace que la gente consulte con un médico. “Leyeron sobre los riesgos de ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares y están al tanto de que la apnea del sueño sin tratamiento los expone a un riesgo mayor”, comenta McNicholas.

Muchas personas se sorprenden de haberse acostumbrado a usar la CPAP. “La realidad es que lo toleran muy bien —afirma McNicholas— y obtienen un enorme beneficio”.

 

 


Test: ¿Corrés riesgo de sufrir apnea del sueño?

 Marcá todas las afirmaciones con las que te identifiques:

 

SECCIÓN A

???Sufro ronquidos fuertes.

???Suelo sentirme cansado durante el día.

???Me han dicho que dejo de respirar o me ahogo/respiro entrecortadamente mientras duermo.

???Tengo presión arterial elevada o tomo medicamentos para tratarla.

 

SECCIÓN B

???Mi índice de masa corporal es superior a 35.

???Soy mayor de 50 años.

???La circunferencia de mi cuello es superior a los 43 cm (hombres) o 41 cm (mujeres).

???Soy hombre. 


 

Si marcaste cinco o más afirmaciones en total, o dos o más afirmaciones en la Sección A y sos hombre o tenés un índice de masa corporal de más de 35, corrés un riesgo alto de sufrir apnea. Consultá a tu médico.

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