Majestuosas playas, un
volcán activo, interminables huertos de deliciosas y jugosas frutas. Así es
Bahía de la Abundancia, una región de Nueva Zelanda donde se cultiva kiwis.
Iniciaba el siglo XX cuando en esas tierras altamente fértiles por ser cráteres de volcanes extintos empezó la cosecha del kiwi, que en aquel entonces se llamaba granada china, pues esa fruta es originaria de ese país. Pero la producción se sofisticó tanto y alcanzó tal importancia que este fruto se convirtió en la fruta nacional de Nueva Zelanda.
Los kiwis no crecen en cualquier lado. Necesitan un suelo fértil, húmedo y ligeramente ácido, poco viento y un clima soleado.
Para obtener un kiwi de calidad se necesitan cinco años de cuidados intensivos, explica Inés Masallach, encargada del desarrollo de mercado de la empresa Zespri, compañía dedicada a la horticultura y líder mundial comercial de kiwis.
“Sentimos un gran vínculo con esta tierra. Aquí nacimos, crecimos y hemos pasado los últimos 30 años cultivando kiwi aquí, esta fruta es parte de nuestra alma” revelan Jeff y Shirley Roderick, productores de kiwi orgánico en Bahía de la Abundancia, Nueva Zelanda. Sin duda, detrás de cada kiwi hay todo un organismo concentrado en dar una fruta de muy alta calidad.
¿Qué diferencia hay entre el kiwi dorado y kiwi verde?
Más allá de la diferencia en los colores de la pulpa entre estos dos tipos de kiwi, el dorado es un fruto más alargado y con un extremo superior en forma de corona. Además de que su cáscara es de un tono marrón más claro y con menos vellosidad que el kiwi verde.
El sabor también es diferente, el kiwi dorado es más dulce con cierto aire tropical, pero en cuanto beneficios a la salud, las similitudes son tan cercanas que pasan desapercibidas entre estos dos frutos.
¿Por qué debe consumir kiwi?
Es una de las frutas más saludables que existen por su alto contenido en fibra, vitaminas, antioxidantes, minerales y otros elementos esenciales con gran valor nutritivo y con un aporte calórico muy reducido.
Es una excelente fuente de vitamina C , una porción de 100g contiene el 100% de la cantidad de dicha vitamina recomendada por día.
El extracto de kiwi ejerce una acción contra bacterias como Staphylococcus aureus y Staphyloccous pyogenes, las responsables de diversas infecciones en vías respiratorias.
Esta fruta es rica en folato, así que es perfecta para mujeres que están en etapa de embarazo o en edad fértil, pues ayuda en la prevención de defectos del tubo neural en los bebés y es esencial para su crecimiento cerebral y cognitivo.
Tips: Los beneficios que aporta, y que debe tener en cuenta cuando lo consuma, son los siguientes:
- Actinidina: Esta es una encima proteolítica, ayuda a que la absorción y la capacidad de digestión sea más rápida que algunas enzimas digestivas. Reduce la sensación de pesadez y las molestias gástricas típicas de dietas que son altas en proteínas.
- Fibra dietética: Promueve la buena salud digestiva, evita el estreñimiento, mejora el tránsito intestinal y aumenta la sensación de saciedad. Regula la glucosa en la sangre y niveles de colesterol.
- Vitamina C: Aporta casi el doble de vitamina C que un limón. Refuerza el sistema inmunológico y potencializa la vitalidad, además de reducir el cansancio y la fatiga. Ayuda a la formación de colágeno, por lo que minimiza las líneas de expresión y las arrugas, también disminuye la aparición de manchas y acelera la curación de heridas y quemaduras en la piel.
- Índice glucémico: Es también una opción muy saludable por su bajo índice glucémico, mientras que su mínimo contenido de calorías lo vuelve la fruta ideal para dietas de control de peso.
- Ácido Fólico: Favorece el crecimiento y desarrollo celular, es vital para la formación de los eritrocitos que transportan oxígeno, hierro y otros minerales.
- Potasio: el potasio es un mineral que mantiene el balance entre los fluidos y electrolitos que el cuerpo necesita durante el ejercicio, ayuda al sistema nervioso y es necesario para la contracción muscular, así que el kiwi es ideal para un estilo de vida activo.
- Antioxidantes: Sus antioxidantes –como los polifenoles– previenen los daños oxidativos producidos por radicales libres y dañinos al cuerpo, así que reduce el riesgo de padecer cáncer o enfermedades cardiovasculares.
