La prueba de detección del cáncer de próstata salva vidas.
Lo que siempre ha oído
La prueba de detección del cáncer de próstata salva vidas. Durante décadas, médicos e investigadores han aconsejado a los hombres mayores de 50 años y a los que tienen un historial familiar de este cáncer hacerse mediciones regulares del nivel de antígeno prostático específico (APE), una proteína presente en la sangre. Un APE mayor a cuatro se suele considerar una de las pocas señales tempranas de cáncer de próstata, enfermedad que cobra la vida de cientos de miles de hombres cada año en todo el mundo.
Sin embargo, espere…
Según la Sociedad Estadounidense contra el Cáncer, sólo uno de cada cuatro varones con un APE de entre 4 y 10 contrae cáncer de próstata; los demás son resultados positivos falsos. Y como la enfermedad suele tener un progreso lento, muy pocos casos amenazan la vida: menos de 3 por ciento de los hombres muere a causa de ella. Peor aún, el tratamiento de este cáncer puede causar efectos secundarios graves, como impotencia e incontinencia.
Lo que hoy se anuncia
Los hombres sanos no necesitan hacerse la prueba. En octubre de 2011, el Grupo Especial de Servicios Preventivos de los Estados Unidos concluyó que el sobrediagnóstico y el tratamiento innecesario que resultan de la prueba APE acarrean más daños que beneficios. El grupo citó un estudio europeo realizado en 2009 con 182.000 hombres, de los cuales más de 1.400 se hicieron la prueba con regularidad —lo que condujo a biopsias, operaciones y cuadros de ansiedad— y solo en un caso se pudo prevenir la muerte por cáncer de próstata. Otro estudio que dio seguimiento a casi 77.000 hombres estadounidenses durante un período de entre 7 y 10 años no reveló evidencia alguna de que la prueba APE salve vidas.
Entonces, ¿qué hacer?
Algunos médicos ordenan la prueba APE durante el examen físico de rutina sin que el paciente lo sepa. Dígale a su médico que le gustaría conocer los pros y contras de esta prueba antes de que le saque una muestra de sangre.
