El mal de Alzheimer es una enfermedad cerebral que afecta la memoria, el lenguaje y el razonamiento, y representa la forma ma?s comu?n de demencia en personas de ma?s de 65 an?os. Enterate cómo se diagnostica y cuál es la mejor dieta para evitarla.
La enfermedad suele iniciarse despue?s de los 60 an?os y aqueja ma?s a las mujeres que a los hombres. Se caracteriza por la aparicio?n de depo?sitos anormales de una protei?na llamada beta-amiloide (placa) en el cerebro, asi? como por fibras retorcidas causadas por cambios en la protei?na tau. Antes de emitir un diagno?stico, hay que hacer un ana?lisis para descartar otras enfermedades con si?ntomas similares, como ACV, un tumor cerebral y otras causas posibles de demencia senil.
Los ana?lisis de sangre pueden revelar marcadores gene?ticos. Se desconoce la causa del Alzheimer, pero los investigadores creen que, en algunos casos, es consecuencia de factores cromoso?micos y gene?ticos. La elevada incidencia de la enfermedad entre quienes tienen si?ndrome de Down, debido a una anormalidad cromoso?mica, parece apoyar esta teori?a. Los investigadores descubrieron un marcador gene?tico, la apolipoprotei?na E, detectable mediante un ana?lisis de sangre, que identifica a las personas que pueden padecer la enfermedad. Un 40% de los pacientes posee el gen que produce esta protei?na.
Los trastornos de tiroides tambie?n estari?an vinculados a la enfermedad, mientras que el uso prolongado de antiinflamatorios no esteroideos se ha asociado con una disminucio?n del riesgo de Alzheimer. Estas drogas pueden reducir la inflamacio?n en el cerebro, producto de la enfermedad. Sin embargo, no hay suficiente evidencia para que los me?dicos recomienden tomar estos medicamentos como prevencio?n contra el mal.
La predicción del Alzheimer
Una serie de interesantes estudios han mostrado que las tomografi?as cerebrales de regiones conectadas con la memoria pueden ayudar a pronosticar el Alzheimer. Otro me?todo es un ana?lisis de orina que detecta el dan?o asociado con una leve afeccio?n cognitiva, como la pe?rdida de memoria, que es precursora del Alzheimer.
Existe tambie?n una nueva fo?rmula que ayuda a los me?dicos a predecir la probabilidad de que un paciente contraiga la enfermedad. Se basa en la edad, el sexo, el nivel de educacio?n, el i?ndice de masa corporal, la presio?n arterial, la actividad fi?sica y los factores gene?ticos. Se da un puntaje a cada i?tem y se los computa para llegar a un resultado general. Si esto se hace en una etapa temprana, puede iniciarse una accio?n terape?utica que ayude a la persona a evitar o, al menos, a demorar el desarrollo de la demencia.
La dieta y el Alzheimer
Los investigadores esta?n estudiando el papel del a?cido fo?lico, vitamina del grupo B, para reducir el riesgo de Alzheimer. Esta vitamina ayuda a regular los niveles de un aminoa?cido en sangre, la homocistei?na, que en niveles altos tendri?a incidencia en el desarrollo de la enfermedad. Los estudios han demostrado que los enfermos de Alzheimer tienen altos niveles de homocistei?na y que altas concentraciones en adultos sanos podri?an llevar a contraer este mal.
Las vitaminas B6 y B12 tambie?n ayudan a regular los niveles de homocistei?na. Las personas con colesterol alto y alta presio?n tienen un riesgo mayor: se ha demostrado que los medicamentos para bajar el colesterol, en particular las estatinas, reducen el riesgo. Las drogas para bajar la presio?n y los diure?ticos tambie?n son u?tiles. Pareciera que lo que es bueno para el corazo?n tambie?n lo es para el cerebro, que posee gran cantidad de DHA (a?cido docosahexaenoico), un a?cido graso omega-3 que abunda en los pescados, como el salmo?n, la caballa, la trucha, el arenque y las sardinas. Bajos niveles de esta grasa esencial se han vinculado con el mal de Alzheimer y otras formas de demencia relacionadas con la edad.
Los antioxidantes pueden prevenirlo. Un estudio reciente sugiere que el riesgo de contraer Alzheimer puede reducirse en un 76 % si se toman jugos de fruta y de verdura. E?stos limpian los radicales libres y se cree que ayudari?an a prevenirlo, pues la capacidad del cuerpo para neutralizar dichas sustancias nocivas declina con la edad. Las frutas y las verduras tambie?n ayudan a bajar la presio?n y mantienen el buen funcionamiento de los vasos sangui?neos.
Las personas con Alzheimer tienen niveles anormalmente bajos de colina acetiltransferasa, una enzima necesaria para producir acetilcolina, sustancia qui?mica cerebral fundamental para el aprendizaje y la memoria. Adema?s, las ce?lulas del cerebro ma?s afectadas por el Alzheimer son aquellas que normalmente responden a la acetilcolina. Algunos investigadores nutricionales sostienen que los suplementos o los alimentos ricos en lecitina o colina pueden demorar la progresio?n del Alzheimer al permitir aumentar la produccio?n de acetilcolina. Hasta ahora ningún estudio ha logrado comprobarlo, pero se cree que la yema de huevo, las vísceras, los productos de soja, el mani?, el germen de trigo y los granos integrales no so?lo no provocari?an dan?o alguno; sino que podri?an ayudar a combatir los si?ntomas de esta enfermedad.
Controlá cuidadosamente la nutricio?n. A medida que la enfermedad progresa, quienes la padecen suelen olvidarse de comer o comen so?lo dulces o alimentos de escaso valor nutricional. Es importante que las comidas sean balanceadas, aunque resulte necesario alimentar en la boca a los pacientes que no pueden hacerlo solos. Tambie?n puede ser u?til el consumo de complejos multivitami?nicos, pero no deben suministrarse suplementos de dosis altas salvo por indicacio?n me?dica. En grandes cantidades, el alcohol destruye las ce?lulas del cerebro. En una persona sana se puede tolerar esta pe?rdida, pero tambie?n puede acelerar el avance de la enfermedad. Sin embargo, pequen?as cantidades de vino se asocian con una incidencia menor del Alzheimer. El alcohol puede interactuar con antidepresivos, sedantes y otros medicamentos recetados.
Hay cada vez ma?s apoyo a la teori?a de “u?selo o pie?rdalo” para reducir el riesgo de Alzheimer. La gente que ejercita el cerebro con crucigramas, juegos y estudio parece ser menos sensible al dan?o cerebral.
El aluminio: ¿es peligroso?
Ha habido teorías intrigantes, pero los investigadores no han podido identificar ningún factor nutricional específico que aumente el riesgo de Alzheimer. Algunas investigaciones culpaban al aluminio, encontrado en las masas de ce?lulas cerebrales anormales de algunos pacientes con Alzheimer. No obstante, estudios ma?s amplios no han logrado probar que sea la causa de la enfermedad. Actualmente, parece ma?s probable que el aluminio se encuentre alli? simplemente porque el cerebro lo retiene.
Evitá tomar antia?cidos con aluminio. Aunque la mayori?a de los investigadores descarta el factor aluminio, algunos sostienen que, si bien el metal no causa la enfermedad, una concentracio?n elevada en un cerebro con Alzheimer empeora la afeccio?n. Sugieren que los pacientes eviten los antia?cidos con mucho aluminio o el uso de vajilla de este material, que permite que el metal pase a la comida cuando e?sta es a?cida (por ejemplo, tomates, ruibarbo y fruta).
Tambie?n es motivo de preocupación el contenido de aluminio del agua potable en zonas donde se usan compuestos de este metal como agentes potabilizadores en el tratamiento de las aguas urbanas.
Alimentos que combaten el Alzheimer
Los investigadores han descubierto nexos entre la dieta y la demencia, y hay pruebas de que algunos alimentos pueden ayudar en la lucha contra el Alzheimer.
Pescados: salmo?n, caballa, arenque, trucha, atu?n y sardinas, son ricos en a?cidos grasos omega-3 y deben consumise al menos tres veces por semana.
Huevos: son fuente de colina, un componente de la lecitina. Tambie?n brindan vitamina B12 y otras vitaminas del grupo B, proteínas, y son fáciles de comer y digerir.
Germen de trigo y granos enteros: tienen mucha lecitina y colina, carbohidratos, vitamina E, vitaminas del grupo B y numerosos minerales que pueden prevenir el Alzheimer.
Productos de soja: son ricos en colina y aportan protei?nas, calcio y fibras. Son una buena fuente de a?cido fo?lico y reducen los niveles de homocistei?na en sangre.
Consumí en abundancia:
– Jugos de fruta y verdura.
– Hojas verdes, hi?gado, porotos y lentejas cocidos, arvejas, choclo, espa?rragos, frutas secas, panes y cereales con folato agregado.
– Carnes magras, pescados, aves o productos la?cteos, por la vitamina B12.
– Carne, pescado, cereales integrales, lentejas, porotos, palta, banana, papas, frutas secas y verduras de hoja, por la vitamina B6.
– Todo tipo de pescados, en especial salmo?n, pez espada, caballa, arenque, trucha y sardinas, por los a?cidos grasos omega-3.
– Huevos, hi?gado, productos de soja, cereales integrales, levadura de cerveza y germen de trigo, fuentes de lecitina y colina.
Evitá:
– Antia?cidos con aluminio.
– La obesidad.