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7 errores peligrosos al dar primeros auxilios

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Por confiar en falsas creencias o simplemente por desconocimiento, a veces caemos en errores que pueden costar la vida y hubiera sido sencillo evitarlos. Enterate la verdad sobre algunos mitos de primeros auxilios para mantenerte alejado de ellos.

El tratamiento correcto y rápido de las lesiones ayuda mucho en la recuperación, pero seguimos viendo pacientes que manejan mal las emergencias comunes, debido, en parte, a falsas creencias arraigadas y, en parte, a que no conocen bien las técnicas de primeros auxilios. Les pedimos a algunos colegas nuestros que son expertos en la materia que desmintieran aquí las creencias erróneas más comunes.

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1. No tratar debidamente las quemaduras y por el tiempo necesario

Olvídate de la manteca y el hielo: la mejor forma de aliviar la piel quemada es mojarla en agua fría. Pero no basta con hacerlo unos cuantos segundos; hay que mojarla al menos entre 10 y 20 minutos, dice el doctor Jeffrey Pellegrino, de la Cruz Roja Americana. “El calor de una quemadura llega al tejido subcutáneo”, explica, “y causa daño aunque la superficie de la piel ya se haya enfriado. Para evitar un mayor daño, es preciso que el agua fría penetre todas las capas de piel”.

 

2. Echar la cabeza hacia atrás al presentar una hemorragia nasal

Esto puede hacer que la sangre fluya hacia el fondo de la garganta, lo que puede provocar náuseas, tos y, lo más peligroso, obstruir la respiración. Es mejor aplicar presión directa apretando la nariz con dos dedos, pero mantener la cabeza en una posición equilibrada con el mentón paralelo al suelo. Sentate y relajate.

 

3. Aplicar calor a un esguince o fractura

“Siempre hay que aplicar frío al principio”, señala el osteópata William Gluckman, vocero de la Asociación de Atención de Urgencias de los Estados Unidos. El hielo ayuda a disminuir la hinchazón, mientras que el calor aumenta el flujo de sangre, lo que puede empeorar la hinchazón. Aplicar calor sí ayuda en problemas como dolores de espalda.

 

4. Tratar de desalojar objetos de un ojo

Hacer esto puede agravar la lesión e incluso causar un daño permanente. Es mejor proteger el ojo; cubrilo con un vaso de papel fijado con cinta adhesiva y buscá ayuda médica de inmediato. La única excepción es si se trata de un producto químico; en ese caso, enjuagate con agua limpia durante unos 15 minutos.

 

5. Sacar la gasa de una herida sangrante

Si la gasa está empapada, no hay que cambiarla; basta con poner encima de ella un trozo nuevo de gasa, dice Chris Cebollero, jefe del Servicio de Urgencias del Hospital Cristiano de Saint Louis, Missouri. Los factores de coagulación de la sangre se concentran en la herida para detener la hemorragia; quitar la gasa mojada puede hacer que la herida sangre de nuevo. Si eso sucede, aplicá presión hasta que cese el sangrado; enjuagá luego la herida (para evitar que se infecte), aplicá un ungüento antibiótico (si no sos alérgico a él) y envolvela otra vez con una venda.

 

6. No buscar atención médica después de sufrir un choque vehicular

Si tu auto quedó muy dañado, acudí a un hospital para que lo revisen, aunque te sientas bien. “Tu reacción de lucha o huida, activada por la adrenalina, puede inhibir el dolor al principio —dice Cebollero—, pero al cabo de 10 minutos o dos horas quizá empieces a sentir dolor”. Ni los socorristas de ambulancia ni los testigos del choque pueden saber con certeza si estás sufriendo una hemorragia cerebral o si te fracturaste un hueso.

 

7. Dificultar que los socorristas te localicen

Supongamos que te picó una abeja en el jardín de tu casa y presentás una reacción alérgica grave. Pedí a alguien que llame al número de emergencias y luego entrá a tu casa. ¿Estás en un restaurante y tenés un bocado atorado en la garganta? No corras al baño. “Las personas mueren de asfixia en los baños porque no quieren molestar a otros comensales. Se desmayan allí y nadie sabe por qué”, dice el doctor Pellegrino. Quedate donde la gente pueda ayudarte.

 

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