Hacer actividad física regularmente es fundamental para combatir los efectos del sedentarismo.
Por Lauren Gray
Para muchos de nosotros, el día trascurre casi por completo en posición sedentaria. Ya sea en la oficina, en el auto, en un camión, en la escuela o frente a la computadora, el común denominador es que pasamos mucho tiempo sobre nuestras posaderas.
Los peligros del sedentarismo
Por desgracia, este estilo de vida le está pasando factura a la salud. Durante un estudio reciente de la Universidad Médica de Taipei, Taiwán, publicado en Jama Network Open, las personas que pasaron sentadas ochohoras o más en el trabajo, con pocas o nulas pausas, corrieron mucho mayor riesgo de morir por cualquier causa.
Los expertos a cargo del estudio dieron seguimiento a 481.688 personas con una edad promedio de 39 años a lo largo de 13 años. En ese período, se registraron 26.257 muertes por causas diversas. “Quienes pasaron gran parte del tiempo sentados en el trabajo presentaron mayor riesgo de muerte por cualquier causa (16 por ciento) y por cardiopatía (34 por ciento) en particular, en comparación con aquellos que hicieron actividad física”, informaron los investigadores.
De hecho, distintos estudios han vinculado la sedestación prolongada con un mayor riesgo de desarrollar 35 padecimientos, como cardiopatías, diabetes, osteoporosis, aumento de peso, trombosis venosa profunda, síndrome metabólico, distintos tipos de cáncer e incluso depresión y demencia. La sedestación también se ha relacionado con varias anomalías que no son mortales, entre ellas el dolor muscular y articular, la lumbalgia y la rigidez de rodillas.
Los datos son bastante contundentes. El sedentarismo es malo para la salud. De ahí la frase que han empezado a utilizar varios médicos: “La sedestación es el nuevo tabaquismo”.
La actividad física, aliada de la salud
Algunos de nosotros tenemos trabajos que nos exigen pasar todo el tiempo sentados. En esos casos, no podemos abandonar nuestros escritorios (o autos, camiones, puestos en fábricas, entre otros), así como así. Por suerte, sin importar la situación, existen medidas que podemos adoptar para ponernos de pie, activarnos, hacer actividad física y contrarrestar los efectos negativos de la sedestación.
En primer lugar, es hora de aumentar el tiempo que dedica a sus rutinas de actividad física cuando no está sentado. Y es que, de acuerdo con algunos expertos, si se pasa el día en una silla no logrará neutralizar los efectos del sedentarismo aunque haga el mínimo de ejercicio recomendado.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos recomiendan invertir al menos 150 minutos semanales en sesiones de ejercicio aeróbico de intensidad moderada. No obstante, este cálculo solo es pertinente si se mueve por períodos breves a lo largo del día.
Durante el estudio de la Universidad Médica de Taipei se observó que para disminuir el riesgo de salud adicional de los sedentarios era necesario que estos agregaran de 15 a 30 minutos de actividad física a diario. De este modo, podrían igualar su riesgo de salud con el de aquellos que no pasan todo el día sentados en el trabajo.
La tecnología: clave para hacer actividad física
Los investigadores sugieren considerar el uso de aplicaciones o accesorios que emitan recordatorios e impulsen a las personas a ponerse de pie y hacer actividad física de forma periódica. De este modo, no olvidarán integrar un poco de actividad adicional a su día.
En opinión de los autores, los escritorios o las mesas que permiten realizar labores de pie y las áreas de trabajo que estimulan el movimiento (con sillas de pelotas de estabilidad, por ejemplo) son otras formas de “reducir eficazmente los períodos de sedentarismo en las oficinas sin afectar el rendimiento”.
Existen otras estrategias útiles, por ejemplo: dar una caminata en su hora de comida; colocar una caminadora o una escaladora elíptica frente a la TV en casa para hacer actividad física; salir a caminar con amigos o colegas en lugar de sentarse en un café o alrededor de una mesa en una sala de reuniones (o, desde luego, frente a una computadora).
Hoy por hoy, los trabajos que exigen pasar todo o gran parte del día en posición sedente se consideran normales. Poco importa la información que se tiene respecto a los efectos negativos de esta práctica en la salud. Sin embargo, los expertos médicos esperan que eso cambie dentro de poco.
Aunque en la actualidad existe mucha información sobre los efectos nocivos de la sedestación excesiva, los expertos desean que sus recomendaciones a los centros de trabajo ayuden a desacreditar la idea de que pasar el día sentado está bien. Otro de sus objetivos es que al paso del tiempo algo considerado aceptable se reconozca como un importante peligro para la salud, tal y como sucedió con el tabaquismo.