Guía para que diseñes tu propio plan de acción para ayudar en tu comunidad:
- El primer paso es identificar qué problemas de los que afectan a tu comunidad (barrio, por ejemplo) querés resolver. Para que la acción sea eficaz, la causa tiene que estar muy bien definida; por eso es importante que establezcas prioridades y que investigues al respecto. Puede ser desde limpiar una plaza y colocar cestos para la basura, hasta pintar una escuela.
- El siguiente paso es decidir si vas a actuar solo o con un grupo. Si preferís la segunda opción, empezá a difundir tus ideas entre amigos, familiares, vecinos y todos aquellos que se vean directamente afectados por la cuestión que hayas elegido.
- Una vez que hayas sumado gente a tu iniciativa deberán: definir los objetivos generales, concebir ideas para actuar, elegir un nombre e, incluso, crear un logotipo y un lema. Además: designar quiénes serán los responsables de las respectivas funciones y trabajos y, por supuesto, establecer normas que sean aceptadas por todos.
- Entre las funciones más importantes que tendrá el grupo están: organizar reuniones en las que los miembros tengan la oportunidad de exponer sus ideas y mantenerse en contacto entre sí, organizar actividades, etc.
- Es recomendable supervisar las cuestiones económicas. Por eso es importante llevar un registro exhaustivo de todos los importes —por mínimos que sean— que se recauden o inviertan.
- La difusión es fundamental para dar a conocer tu proyecto. Existen distintas formas de hacerlo, pero el mejor método dependerá de cuál sea tu objetivo: por email o carta, organizar charlas en público, carteles y folletos o apelar a los medios de comunicación locales.
- Por último, si decidís buscar financiación existen muchas maneras de hacerlo: desde la realización de pequeños trabajos o rifas hasta la organización de marchas patrocinadas y otros eventos como conciertos y ferias.