Recursos para lidiar con el final de una amistad.
Kim Fry, una docente de 40 años, se esfuerza por vivir según sus valores. El compromiso de Fry con las causas progresistas guía su manera de abordar a su familia, su trabajo como educadora y sus relaciones.
Ella sabe que su dedicación a la política de izquierda puede parecer algo desmesurada para algunas personas, y se siente en paz con eso. Quienes componen su círculo cercano en gran medida comprenden, y comparten, sus principios.
Entonces Fry se sintió alarmada cuando, en medio de la pandemia de COVID-19, algunos integrantes de su círculo comenzaron a publicar teorías conspirativas y mitos sobre vacunas en redes sociales. “Era aterrador”, recuerda. “Estas eran personas con las que me sentía políticamente alineada”.
Fry compartió material e intentó entablar un debate saludable. Pero con una amistad de muchísimos años, dice, se dio cuenta de que estaba peleando una batalla perdida. Fry quedó estupefacta al ver que su amiga apoyaba a un grupo local que promovía medidas de protección contra COVID y, al mismo tiempo, parecía desestimar la presencia de mensajes de odio y xenofobia.
En una gran cantidad de conversaciones privadas, su amiga se mantuvo firme en su postura. “Fue muy difícil”, dice Fry con tristeza. Según un informe de 2022 del grupo de investigación Abacus, cerca de un cuarto de las personas mantenían vínculos que se vieron afectados negativamente por visiones contrapuestas sobre el COVID-19.
El paso del tiempo en la amistad
Incluso en tiempos de normalidad, ganamos y perdemos amigos todo el tiempo. En un estudio realizado en 2009 se señaló que los adultos reemplazan el 50 por ciento de su círculo social cada siete años. ¿Pero cómo decidir cuándo una amistad debe seguir su curso? Y una vez tomada la decisión, ¿cuál es la mejor manera de avanzar?
Danielle Bayard Jackson, es coach certificada en asesoramiento para mujeres y se especializa en amistad y comunicación. Durante 2020, advirtió un notable aumento en la cantidad de consultas en busca de orientación para cortar lazos con amistades que habían sido muy cercanas.
“Decían ‘hoy veo a mis amigos de manera diferente’”, comenta. “Lo que pasó en la pandemia llevó a muchas personas a revisar quiénes deseaban que formaran parte de su círculo social”.
Las razones por las que termina la amistad
Más allá de conflictos sobre valores esenciales, existen muchas otras razones por las que las personas dejan atrás una amistad: tal vez uno haya logrado un hito (la paternidad o maternidad, por ejemplo) y el otro ya no logra identificarse; tal vez su amigo inseparable de la universidad se distanció después de graduarse; quizás su mejor amigo de la oficina consiguió un trabajo nuevo y ya no comparten las cuestiones diarias.
No importa el contexto, la claridad es la clave, afirma Bayard Jackson: “Primero pregúntese por qué está pensando en poner fin a la amistad. Luego piense si le ha comunicado lo que siente a la otra persona”. Incluso cuando se distancie de un amigo que repentinamente parece tener otra visión del mundo, comunique lo que sucede.
La psicóloga Stacy Thomas recomienda ir punto por punto y usar frases que muestren que lo que está diciendo es su punto de vista personal para así evitar culpar a la otra persona: “Esto es lo que me pasa. Y es por esto que no creo que sea saludable para mí continuar con esta relación”.
Para Fry, fijar límites firmes resultó clave. Luego de cortar lazos con su amiga, Fry posteó un mensaje público en Facebook para que todos supieran que dejaría de seguir a cualquier persona que divulgara información falsa.
Cuando los vínculos de amistas terminan
Tener en claro las razones por las que una amistad ha llegado a su fin probablemente no evite el dolor de la separación, pero sí puede dar a las dos partes una sensación de cierre.
A los 20 años, me acerqué mucho a uno de mis compañeros de trabajo. Nos reíamos de las bromas internas y hablábamos por teléfono siempre. Nuestra amistad duró mucho más que nuestro trabajo en aquel lugar, pero en cierto punto me di cuenta de que hacía tiempo que no tenía noticias de mi antiguo mejor amigo. Nunca pregunté qué había sucedido.
“A veces no hay nada para decir ni hacer”, explica Thomas. “El otro no hizo nada incorrecto, sino que desencadenó algo en nuestro interior”. Si, por ejemplo, fue abandonado por amigos de la infancia que cambiaron de colegio, puede mostrar hipersensibilidad al sentirse abandonado, aunque realmente no pueda identificar qué activó eso en su interior.
Bayard Jackson agrega que un desvanecimiento gradual del vínculo puede estar bien siempre que ambas partes sepan que es eso lo que está sucediendo. De lo contrario, la cuestión se transforma en: ¿estás evitando conversar porque no sabes cómo abordar el conflicto?
Cómo poner fin a una amistad
Sin embargo, existen ciertas situaciones en las que el ghosting sí es la mejor estrategia. Ciertas amistades pueden tener aspectos tóxicos. Según los resultados de una encuesta, el 84 por ciento de las mujeres y el 75 por ciento de los hombres informan haber tenido un amigo abusivo.
Estos amigos pueden haberse comportado en forma manipuladora o haber revelado algo que había compartido con ellos en privado. Priorice su bienestar y corte estos lazos sin sentir culpa.
Un balance positivo para la amistad
Más allá de cómo termine una amistad, es doloroso dejar ir a alguien querido. “Los seres humanos somos criaturas de apego”, explica Thomas. “El dolor es la otra cara del amor”. Es normal que resulte difícil aceptar la situación, agrega Bayard Jackson.
Sin embargo, por más ilógico que parezca, encontrar algo por lo que sentirse agradecido acerca de esa amistad puede ayudar y evitar que uno se quede atorado pensando en qué podría haber hecho diferente.
Puede ser difícil avanzar a través de las emociones que acompañan este tipo de situaciones, especialmente cuando es uno quien ha sido abandonado. Es duro sentirse rechazado por alguien que lo conoce en profundidad y es muy duro recibir una devolución, por más constructiva que pueda ser.
“Sentimos como si hubiéramos hecho algo mal”, dice Thomas. Las relaciones impactan en el crecimiento y aprendizaje de las personas. Si abandonamos la idea de ‘mejores amigos para siempre’, tal vez podamos comprender que los finales no necesariamente deben ser trágicos.
En el caso de Fry, ella afirma que la experiencia la ha vuelto más cuidadosa respecto de cómo abordar las conexiones cercanas. Pero también aprecia más ahora a los amigos que son capaces de aprender, que han continuado compartiendo sus valores y que, a pesar de los obstáculos, han mantenido su apoyo de manera inquebrantable.