Estos consejos lo ayudarán a envejecer con bienestar y disfrutar esa nueva etapa de la vida.
Cumplir 70 años marca una etapa de la vida que, lejos de ser un punto final, puede convertirse en un nuevo comienzo lleno de oportunidades para vivir con bienestar y plenitud.
Sin embargo, esta década también trae consigo ciertos retos y hábitos que, si no se identifican y corrigen, pueden restar calidad a nuestro día a día. Desde descuidar la salud física y emocional hasta aferrarse al pasado o resistirse a los cambios, muchos de estos errores son más comunes de lo que pensamos al envejecer.
Este artículo del portal Larazon.es explora nueve de estos hábitos y cómo, con pequeños ajustes y una actitud abierta, es posible transformar los años dorados en una etapa de crecimiento, vitalidad y satisfacción personal.
1. Dejar el pasado atrás al envejecer
Nos pasamos una cantidad excesiva de tiempo intentando cambiar la historia en nuestras cabezas, arrepintiéndonos de algo que, dadas las consecuencias, hubiéramos hecho de forma diferente. A medida que envejecemos, es muy fácil mirar atrás y obsesionarnos con los “qué hubiera pasado si…”. Pero como dice el refrán, “lo pasado, pasado está” y pensar una y otra vez lo mismo puede agotar nuestra energía y robarnos la alegría de vivir el presente.
Vivir a los 70 años no consiste en mirar atrás con arrepentimiento, sino abrazar el presente y mirar hacia adelante, hacia lo que está por venir recordando el pasado de la mejor manera. Envejecer se trata de aceptar los errores, aprender de ellos y luego dejarlos ir. Si quiere que sus 70 años sean de los mejores años de su vida, es hora de decir adiós a estas preocupaciones.
2. No aplazar los controles de salud
Lo mejor de esta lección es no aprenderlo por las malas. Muchas veces vivimos o trabajamos a costa de nuestra salud posponiendo cualquier tipo de control médico, “ya iré cuando tenga tiempo”, nos hemos dicho todos alguna vez. Sin embargo, al envejecer, sin llegar a ser un alarmista constante, es bueno ir al médico cuando encontramos algo en nosotros mismos que simplemente no sabemos qué es.
No se trata solo de detectar posibles problemas, sino también de prevenirlos. A medida que nos acercamos a los 70 años, estas medidas preventivas se vuelven cada vez más importantes. Los exámenes y controles regulares pueden ayudar a detectar problemas de salud en una etapa temprana, que es justamente cuando suelen ser más fáciles de controlar o tratar.
3. Hacer actividad física
No es ningún secreto que nuestro cuerpo cambia a medida que envejecemos. Pero ¿sabía que los adultos pierden entre un 3 % y un 5 % de su masa muscular cada década después de los 30? Este proceso, conocido como sarcopenia, se acelera después de los 60 años.
Pero este artículo del portal Larazon.es también tiene buenas noticias: la actividad física regular puede ralentizar este proceso e incluso revertir algunos de sus efectos. El movimiento mantiene nuestro cuerpo fuerte, flexible y ágil. Mejora el equilibrio y la coordinación, lo que reduce el riesgo de caídas y favorece la movilidad, algo fundamental, más aún con 70 años.
4. Evitar aislarse al envejecer
Al envejecer, no es raro que nuestros círculos sociales se reduzcan. Es posible que amigos y familiares se muden, se jubilen o incluso fallezcan. Pero eso no significa que debamos resignarnos a una vida de soledad. El aislamiento puede hacer que sintamos soledad y depresión.
También puede tener efectos sobre la salud física, como un sistema inmunitario debilitado y un mayor riesgo de enfermedades cardíacas. Mantener conexiones sociales y permanecer en contacto con lo que nos rodea puede mejorar nuestro bienestar mental y físico.
5. Abrazar las nuevas tecnologías
Para algunas generaciones mayores o no tan mayores, el ritmo al que avanza la tecnología puede ser realmente abrumador. Sin embargo, aferrarse a las viejas formas y resistirse a las nuevas tecnologías al envejecer puede limitar nuestras oportunidades, especialmente en esta era digital.
La tecnología actual no se limita a dispositivos y artefactos, sino que también implica mantenerse conectado e informado con lo que nos rodea, con un día a día cada vez más ligado a la hiperconectividad, ya sea a través de consultas de telemedicina, videollamadas con familiares, compras en línea, banca digital y mucho más.
Adaptarse a la tecnología puede mejorar nuestra calidad de vida, mantenernos independientes e, incluso, estimular nuestra mente al envejecer. Puede abrirnos un mundo de posibilidades que de otro modo podríamos perder.
6. Soltar el rencor
¿Recuerda lo de pensar de más sobre el pasado? La vida es demasiado corta para aferrarse a la ira y al resentimiento. Estas emociones negativas pueden pesar mucho en nuestro corazón y robarnos la paz y la felicidad. A los 70 años deberíamos centrarnos en crear recuerdos bonitos, no en curar viejas heridas.
Es el momento de perdonar, de dejar atrás los rencores que nos han tenido cautivos durante demasiado tiempo. El perdón no consiste en olvidar o condenar las malas acciones, sino en liberarnos de la carga de la amargura. Es un regalo que nos hacemos a nosotros mismos y una poderosa herramienta para la sanación emocional.
7. Cuidar la salud mental
Hubo un tiempo en que se pensaba que la salud mental era casi como un tabú. Después, pasó a serlo para algunas personas, siendo algo de lo que solo debían preocuparse los jóvenes. Pero no. Las personas que se acercan a los 70 también se pueden encontrar luchando contra la ansiedad y los episodios de mal humor.
La salud mental es tan importante como la salud física, quizás incluso más, tal como advierte este artículo del portal Larazon.es. Afecta la forma en que pensamos, sentimos y nos comportamos. Influye en nuestras relaciones, nuestra autoestima y nuestra capacidad para disfrutar de la vida. Ignorar los síntomas de los problemas de salud mental no hará que desaparezcan, pero buscar ayuda puede marcar una gran diferencia.
8. Romper con la rutina
Si bien las rutinas pueden brindar una sensación de seguridad y previsibilidad, también pueden generar monotonía y aburrimiento. A los 70 años, es importante mantener la mente alerta y la vida interesante. Una forma de lograrlo es romper con la rutina de vez en cuando. Pruebe algo nuevo. Puede ser algo tan sencillo como tomar una ruta diferente en su caminata matutina, probar una nueva receta o aprender un pasatiempo divertido. El objetivo es mantener el cerebro activo y su vida vibrante.
9. Cuidarse a sí mismo
Lo más importante que debemos recordar al envejecer es priorizar el cuidado personal. Este no consiste únicamente en mimarse a uno mismo, sino también en cuidar el bienestar físico, emocional y mental. Significa comer bien, dormir lo suficiente, mantenerse activo, mantener las conexiones sociales y tomarse el tiempo para relajarse y rejuvenecer. La clave es tratarse a usted mismo con amabilidad y compasión, tal como lo haría con un amigo querido.