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Dolor crónico: buenas noticias en la medicina

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Mujer con dolor

No tiene por qué resignarse a una vida de dolor. Aquí, alternativas para dejar de sufrir.

Por Beth Winehouse

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Pam H. had siempre había disfrutado del senderismo, el kayak y el esquí. Pero a partir de los 50 años, notó que su rodilla izquierda empezaba a molestarle, y pronto la osteoartritis hizo que fuera demasiado incómodo disfrutar de las actividades que le gustaban. Cuando llegó a los 70, le dolía incluso caminar o manejar. Decidió operarse de reemplazo de rodilla, una intervención que había ayudado a muchos de sus amigos.

Por desgracia, la nueva rodilla terminó doliéndole aún más, porque se descubrió que Pam era alérgica al menos a uno de los metales que contenía. Los médicos le dijeron que volver a reemplazar la rodilla no era una opción y que tendría que vivir con el dolor.

El dolor crónico, un mal extendido

Uno de cada cinco adultos sufren dolor crónico. El dolor de espalda y rodillas, el dolor de cuello y hombros, los dolores de cabeza, el dolor de pies y las manos artríticas son parte de la vida diaria de muchas personas.

“El dolor lumbar es una de las afecciones más comunes que tratamos”, afirma Benjamin A. Howie, especialista en tratamiento del dolor y profesor adjunto de anestesiología en el Centro Médico Irving de la Universidad de Columbia en Nueva York. Calcula que, una vez que las personas llegan a los 60 años, casi la mitad sufrirá algún grado de dolor de espalda.

Para cuando los pacientes consultan a un especialista en dolor, normalmente han intentado controlar el dolor por su cuenta con reposo, calor, hielo y medicamentos como ibuprofeno o paracetamol. Y probablemente han ido a ver a su médico de cabecera. Pero muchos siguen sufriendo.

Avances en el tratamiento del dolor

Dolor crónico: buenas noticias en la medicina

El tratamiento del dolor es una especialidad médica relativamente reciente. Durante años, los fármacos más potentes y eficaces del arsenal de la especialidad fueron los medicamentos opioides como la morfina, la oxicodona, la hidrocodona y el fentanilo. Pero sabemos que estos fármacos han alimentado una epidemia de adicción que mató a miles de personas en el mundo. La mayoría de los médicos ahora son reacios a recetarlos. Y la mayoría de los pacientes son reacios a tomarlos.

¿Significa eso que estamos destinados a seguir sufriendo? En absoluto. Las opciones para el alivio del dolor están creciendo. “El campo está en plena ebullición”, afirma Howie. “La gente vive más tiempo y no quiere aceptar el dolor crónico o la inmovilidad. Y podemos mejorar drásticamente su calidad de vida”.

Estos son algunos de los medicamentos y procedimientos más novedosos que pueden ofrecer los especialistas en dolor.

Inyecciones

Las inyecciones dirigidas con fármacos esteroides o gel de ácido hialurónico pueden ayudar a aliviar el dolor en las rodillas y otras articulaciones, mientras que las inyecciones epidurales (en el espacio que rodea la médula espinal) pueden ayudar a minimizar la molestia ciática en la parte baja de la espalda y en la pierna.

Alternativas a los opioides

Los nuevos medicamentos tienen como objetivo aliviar el dolor intenso sin riesgo de adicción y sin los desagradables efectos secundarios de los opioides, como náuseas, vómitos y estreñimiento. Un ejemplo: la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) aprobó recientemente la suzetrigina, un nuevo medicamento que actúa bloqueando las señales en los nervios periféricos fuera del cerebro y la médula espinal, impidiendo que las señales de dolor lleguen al sistema nervioso central para que nunca se perciban.

Bloqueos y ablaciones nerviosas

Inyectar anestésicos en los nervios para bloquear las señales de dolor puede proporcionar un alivio temporal. Para obtener resultados más duraderos, los médicos pueden dañar o destruir las partes de los nervios que son responsables del dolor localizado.

El más común de estos procedimientos es la ablación por radiofrecuencia (ARF). Después de determinar qué áreas nerviosas son responsables del dolor, el médico inserta una aguja larga en cada una de ellas, aplicando calor para anestesiarla.

Esta es la opción que se recomendó a Pam H. Su especialista en dolor utilizó la ARF para destruir las áreas problemáticas de tres de los cuatro nervios principales que permiten que la rodilla se sienta y se mueva correctamente. Unas semanas después, Pam sintió alivio al notar que su rodilla estaba entumecida.

Cuando el efecto desaparece, generalmente en un plazo de seis meses a dos años (los nervios pueden regenerarse), el procedimiento puede repetirse. Y esto es solo una muestra.

Otras técnicas para aliviar el dolor son:

Estimuladores de la médula espinal para ayudar con el dolor crónico de piernas o espalda relacionado con la enfermedad de la columna vertebral.

Espaciadores vertebrales que pueden ayudar con el dolor de espalda y el dolor relacionado con el pinzamiento de los nervios.

✦ Cemento óseo para ayudar con el dolor de las fracturas.

Implantes estimuladores de nervios periféricos para ayudar con el dolor localizado.

✦ Bombas de fármacos intratecales, que se implantan para administrar pequeñas dosis de fármacos alrededor de la columna vertebral.

Algunas de estas opciones son tan especializadas que incluso los especialistas de atención primaria pueden no conocerlas.