Amamos los momentos de risa, somos fanáticos de ese amigo que tiene un chiste para todo. Aprenda aquí cinco datos sobre la risa.
Aunque sea sorprendente, la risa tiene muy poco que ver con los chistes y el humor
La mayor parte de la risa no es consecuencia de escuchar historias graciosas. Robert Provine, neurocientífico de la Universidad de Maryland, Estados Unidos, descubrió que somos por lo menos 30 veces más capaces de reírnos de algo cuando estamos hablando con amigos o gente cercana, aunque lo que digan no sea gracioso de verdad. En este caso, la risa ayuda a comunicar a nuestros compañeros de conversación que nos caen bien y sentimos empatía con ellos. En otros casos, puede que usemos la risa para disimular los nervios o aliviar la tensión.
No es solo el humor lo que hace que un chiste sea gracioso
Las personas consideran que los chistes son más graciosos cuando los cuenta alguien a quien conocen, en especial, si les parece que esa persona es graciosa. Una tira cómica ingeniosa, explica Bob Mankoff, editor de humor y tiras cómicas en Esquire, parece más graciosa todavía “si hay también otras variables que nos gustan, como que el dibujo sea bueno, o el comediante sea admirado, o una persona que no nos cae bien sea ridiculizada”.
No lo ayudará a bajar de peso
Aunque se demostró que la risa mejora la salud en muchos aspectos, no quema más calorías que salir a correr, lamentablemente. Pese a que la risa aumenta el consumo de energía de una persona y la frecuencia cardíaca entre un 10 y un 20 por ciento, uno debería reírse durante tres horas seguidas para quemar las calorías de un paquete de papas fritas.
Los humanos no son los únicos que lo hacen
Investigadores de Inglaterra que pasaron varios meses con chimpancés cautivos descubrieron que los primates se reían todo el tiempo. Por lo general, la risa proviene de reacciones espontáneas al contacto físico, como luchar, perseguirse, hacerse cosquillas o sorprenderse. Otros hallaron pruebas de que las ratas se ríen —de un modo agudo y ultrasónico—, aunque las ratas bebés se ríen mucho más seguido que las adultas.
Es un lenguaje universal
La risa suena casi igual en todas las culturas, lo que ha llevado a algunos investigadores a creer que la risa, de algún modo, conectaba a nuestros antepasados humanos cuando se encontraban. De hecho, según la Universidad de Kentucky, Estados Unidos, el sonido de la risa es tan común y familiar que puede reconocerse incluso si se reproduce al revés.