Consejos para tomar sol y no sufrir quemaduras.
El verano ya está entre nosotros. Llega la época de las vacaciones y de pasar más tiempo al aire libre, por lo que no está de más refrescar las recomendaciones para cuidarnos del sol y evitar quemaduras. La doctora Antonella Traficante, especialista en Medicina Estética y Dermatología, contesta preguntas que le suelen hacer sus pacientes.
¿A partir de qué edad se puede usar el protector solar?
Los estudios indican que a partir de los 6 meses. Si bien hay en el mercado productos para bebés más pequeños, estos sirven para la protección del reflejo del sol, aunque se permanezca a la sombra.
¿Qué protector solar hay que comprar?
El protector debe tener un Factor de Protección Solar (FPS) alto, con filtros UVA y UVB (el ideal es FPS 50+ en adelante) y ser resistente al agua. Es preferible evitar colorantes, perfumes y parabenos, entre sus componentes.
¿Cómo se aplica?
Ser generoso con respecto a la cantidad a aplicar. Hacerlo unos 20 minutos antes de la exposición al sol. Cubrir de modo completo el cuerpo y la cara, incluyendo las orejas y el cuello. También aplicar en rodillas y en partes superiores y dorsos de los pies. Repetir la aplicación cada dos horas, especialmente después de nadar, sudar y secarse con la toalla.
“Exponerse al sol requiere de estos cuidados, pero tiene también beneficios conocidos: desde el bienestar mental hasta la estimulación de la producción de vitamina D, esencial para la estructura de nuestros huesos”, completa Traficante.
Pautas para prevenir quemaduras por el sol y golpes de calor:
Evitar exponerse durante las horas más críticas (entre las 11 y las 16) Usar prendas que nos protejan del del sol (gorros, anteojos, remeras)
Nunca exponer al sol en forma directa a menores de un año y no aplicar protector a los menores de seis meses. Tomar agua, al menos dos litros por día.
Usar crema de protección solar de amplio espectro (contra UVA y UVB), cubriendo la totalidad de la piel expuesta y renovándola regularmente, o después de meterse al agua o haber realizado alguna actividad física.
¿QUÉ ES EL FPS?
El FPS representa la relación entre el tiempo de exposición a la radiación UV (que causa enrojecimiento en la piel) con el uso de protector solar, y el tiempo en que se obtiene la misma respuesta en la piel sin protector solar.
Es decir, si usted se expone al sol sin crema protectora, su piel tardaría unos diez minutos en mostrar signos de que- maduras, mientras que si utilizara correctamente una crema solar con un FPS 30, su piel demoraría 30 veces en enrojecerse.
El FPS no es un valor absoluto sino un indicador que permite orientar con respecto al tiempo que usted puede estar expuesto al sol sin experimentar quemaduras.
“Hay que tener en cuenta que se calcula en base a una determinada cantidad de producto, es por eso que siempre recalco que hay que ser generosos a la hora de aplicarlo”, señala Traficante.
A la hora de comprar un protector, es recomendable elegir uno que tenga un FPS de 30 o mayor, que el producto aclare que es de “amplio espectro”, que sea resistente al agua y, en los casos de piel grasa, optar por productos que sean de textura en gel o fluídos.
Antonella Traficante publica información sobre el cuidado de la piel en su perfil de IG (@anto.dermatologa)