El terror verdaderamente envolvió todos los actos de la Revolución.
La purga de Liu Shaoqui, al empezar la Gran Revolución Cultural Proletaria, y la misteriosa muerte de Lin Piao en 1971 no fueron eventos únicos en la corta pero turbulenta historia de la República Popular China. Estas muertes y súbitas caídas del poder tampoco son exclusivas de China. Ciertamente, eventos paralelos ocurrieron 200 años antes tras la Revolución Francesa.
A dos años del asalto a la famosa prisión de París, La Bastilla, que iniciara la Revolución, el rey Luis XVI fue capturado al querer escapar del país. El 21 de septiembre de 1792, Francia se declaró república y el rey fue ejecutado en 1793. Poco después se iniciaba el Comité de Seguridad Pública, integrado por nueve miembros con poderes casi dictatoriales, con el fin de proteger los nuevos ideales e instituciones.
Georges Jacques Danton y Maximilien Robespierre rivalizaban por el liderazgo del comité. Con su don de orador, Danton exigía un tribunal que purgara a los enemigos de la Revolución. En lo que luego se conoció como el Reino del Terror, las víctimas del tribunal fueron decapitadas con una guillotina instalada en la plaza principal de París. En abril de 1794 Robespierre arrestó a Danton, que fue juzgado, condenado y ejecutado.
El terror verdaderamente envolvía todos los actos de la Revolución. Robespierre sólo sobrevivió a su rival cinco meses. A fines de julio, él y 100 de sus seguidores fueron ejecutados. La mayoría de los líderes revolucionarios habían muerto y el pueblo exigía un fin a la violencia. La guillotina se desmanteló y la plaza de las ejecuciones fue llamada Plaza de la Concordia.