El acoso cibernético se ha vuelto un tema cada día más común en los noticieros, y una amenaza para nuestros hijos. Por eso es importante …
A continuación, una serie de consejos para que enseñes a tus hijos a protegerse cuando usen Internet:
1. Lo que se sube a la red se vuelve información pública.
Es imposible garantizar que lo que uno publica en Internet permanecerá donde uno desea que sea visto. Los piratas informáticos acceden a las cuentas de Facebook; los amigos comparten mensajes privados, y las empresas modifican sus políticas de privacidad. Antes de que tus hijos publiquen una imagen, escriban algo en su muro o envíen un mensaje, deben considerar si lo que están compartiendo es “información pública”. Preguntales: “¿Quieren que el director de la escuela, la abuela o quienes revisan sus antecedentes como estudiantes o trabajadores vean esa imagen o ese texto? Si la respuesta es no, entonces no deben publicarlo.
2. Cuidado: la identidad en Internet perdura.
En la red, la identidad de una persona es como un “tatuaje permanente”. Hoy día las consultoras buscan información sobre los aspirantes, y lo mismo hacen las empresas cuando reclutan empleados. Imaginá que un hijo tuyo acaba de terminar su carrera. Los reclutadores de personal podrían revisar su reputación en línea antes de decidir si lo contratan o no. Así que es mejor ser prudentes al usar la red: los errores que cometemos al navegar en ella perduran.
3. Hay que practicar la buena privacidad.
Las configuraciones de privacidad no son una solución perfecta, pero brindan cierto grado de protección a los usuarios de las redes sociales. Si tu hijo o hija tiene una cuenta en una de estas redes, cerciorate de que sepa cómo mantener sus actualizaciones fuera del dominio público, y también cómo aprovechar al máximo las configuraciones de privacidad.
Las acciones online afectan a otros. Muchos adolescentes piensan que está bien compartir todo con sus amigos online. Por ejemplo, escribir: “¡Ojalá mi papá renuncie a su empleo! Dice que odia su trabajo y a su jefe”. Este comentario quizá le parezca inofensivo al chico, pero si se enterara el jefe de su padre, éste se vería en problemas. Los adolescentes tienen que saber que lo que publican en línea puede perjudicarlos a ellos y a otras personas.
(Foto: Shutterstock)
4. No se debe divulgar información personal.
Una forma cruel de acoso cibernético ocurre cuando un abusador se apropia de la cuenta de otro chico, bloquea su acceso a ella y después finge ser la víctima. Cuando el dueño recupera el control de su cuenta (si es que lo logra), tanto su nombre como su reputación podrían haber quedado manchados en Internet. Para que a tu hijo nunca le pase eso, enseñale la importancia de no divulgar sus datos personales (fecha de nacimiento completa, número telefónico, dirección, etc.) en las redes sociales. Y ayudalo a crear una contraseña segura. Puede ser una combinación de números, símbolos y letras mayúsculas y minúsculas. Otra opción es convertir en contraseña una frase fácil de recordar. Por ejemplo, “Yo, Joel Brito, nací a las 5:00 a.m.” se convierte en YJBn@5AM.