¿Estresado? ¿Nervioso? ¿Preocupado? Tome nota ahora mismo de estos remedios caseros para calmar la mente y aliviar el estrés.
El estrés es una parte natural de nuestra vida. Puede ser un desafío que nos empuja a la excelencia, nos mantiene estimulados, fomenta el sistema inmunitario y contribuye a la autoestima y a la sensación de dominio. Pero si se tiene demasiado, podríamos quedar atrapados tratando de acomodar el desastre emocional: ansiedad, depresión, enfermedades frecuentes… El cuerpo comenzará a descargar hormonas como el cortisol, que informan al cerebro y al sistema cardiovascular que estamos en estado de alarma las 24 horas; y eso puede causar problemas graves, desde un ataque cerebral hasta enfermedades crónicas como la artritis. Por suerte, su mueble de cocina es un portal abierto hacia un oasis de calma.
Primeras medidas para combatir el estrés
Si el sentimiento de ansiedad se prolonga más de unos días, haga un trabajo de detective y trate de imaginar qué es lo que le está afectando los nervios. Si no, hable con un amigo, un religioso en quien confíe o un profesional de la salud mental, que podrán analizar su situación y ayudarlo. Mientras tanto, empiece con estas estrategias.
- Haga una pausa para hacer ejercicio. No es posible dejar el trabajo y mudarse a una isla, pero podrá crear su propio oasis de tranquilidad. Cuando sienta que está enloqueciendo, dé un paseo. Los estudios demuestran que una caminata rápida o unos largos en la piscina pueden elevar los niveles de las sustancias químicas del bienestar, las endorfinas, despejar la mente y reducir los síntomas de ansiedad y depresión.
- Dedíquese a la espiritualidad 15 minutos por día. Realizar alguna práctica espiritual ayuda a amortiguar los efectos de la mayor parte de las cosas negativas de la vida.
- Manténgase en contacto –física o virtualmente, por teléfono, o a través de páginas de redes sociales o mensajes de texto– con las personas que lo hacen sentir bien y le sirven de cable a tierra. Los estudios demuestran que la gente que nos rodea en la vida puede hacernos sentir seguros y felices.
Remedios caseros para combatir el estrés
- Tome vitamina C. Y que sean 1000 miligramos. En un estudio que se realizó en Alemania se sometió a 100 personas a dos situaciones que les generaban mucho estrés: hablar en público y resolver problemas de matemáticas. El grupo que tomó una tableta de vitamina C registró menores niveles de cortisol –la hormona que se produce en respuesta a la tensión, el miedo y la ansiedad– y presión sanguínea más baja que el grupo que no la tomó. Los que recibieron vitamina C también dijeron que se sintieron menos estresados. Los estudios probaron que la vitamina C disminuye el cortisol en los animales sometidos a estrés reiterado.
- Tranquilícese con manzanilla. Para las personas que sufren de desorden de ansiedad generalizada, sentirse estresados es una situación continua. Se preocupan constantemente, sufren tensión muscular, irritabilidad, fatiga, insomnio, y a veces se sobresaltan fácilmente. Si esas personas se pueden beneficiar con la manzanilla –y un estudio descubrió que beber manzanilla redujo sus síntomas en un asombroso 50%–, ciertamente puede calmar las tensiones de todos los días. Los estudios indican que actúa como un relajante de los nervios. Para preparar el té, vierta el agua hirviendo en una taza con dos saquitos de té de manzanilla y deje reposar, tapado, 10 minutos. Disfrute de este té dulce y fragante tres veces por día.
- Tome un baño de manzanilla. Mientras bebe lentamente el té, se puede dar un baño de inmersión con el calmante aroma de la manzanilla, para tener relajación por partida doble. Envuelva seis saquitos de té de manzanilla en un trozo de tela de malla abierta o una media fina, y sosténgalo debajo de la canilla mientras llena la bañera. Agregue una cucharadita de aceite esencial de lavanda al agua del baño para sumergirse aún más profundamente en un estado de serenidad.
- Fricciones con lavanda. Se trata de uno de los pocos aceites esenciales que se pueden aplicar directamente sobre la piel. Los estudios han demostrado que la lavanda reduce el estrés, medido según la presión sanguínea sistólica, que aumenta cuando la persona está tensa. También se puede echar unas gotas en un pañuelo de papel y llevarlo encima para esos momentos inesperados de estrés que pueden aparecer en el trabajo o con el tránsito.
- Coma un puñado de almendras. O de cualquier otro alimento rico en magnesio que encuentre en su alacena; pueden ser maníes, avena instantánea, manteca de maní, porotos o pasas de uva. Un estudio hecho a estudiantes universitarios de química probó que la ansiedad por los exámenes les hacía perder magnesio, un mineral traza que ayuda a relajar los músculos. Otros estudios detectaron que cuando bajan los niveles de magnesio, empeoran los síntomas del estrés. Interrumpa este círculo incluyendo estos alimentos en su dieta durante las épocas de exigencia.
- Agregue germen de trigo. Además de tener alto contenido de magnesio, el germen de trigo contiene un fitonutriente llamado octacosanol, que puede ayudar a mejorar la capacidad del organismo para soportar el estrés. Agregue unas cucharadas al yogur o a los cereales de todos los días.
- Tome un bol de avena. Este remedio tradicional es tan aceptado, que en un sitio de orientación laboral británico se sugiere que, antes de dirigirse a una entrevista, se coma sopa de avena para mantenerse tranquilo. La avena contiene una sustancia llamada donaxina, de propiedades sedantes. También está repleta de carbohidratos complejos que aumentan la cantidad de serotonina, que levanta el ánimo, en el cerebro.
- Evite los alimentos estresantes. Tomar café cuando ya se está tenso es como tratar de apagar un incendio con combustible, y en particular si es sensible a la cafeína. El alcohol podría parecer una mejor idea (después de todo, es relajante), pero hace aumentar la producción en las glándulas adrenales de las hormonas del estrés, e interfiere con el sueño. Del mismo modo, el azúcar y los carbohidratos refinados (tortas, galletitas dulces, pan blanco) pueden aumentar la ansiedad. Por eso, no trate de tranquilizarse con comidas gratificantes que sean dulces.
Beneficios de tomar té
Si bien el té contiene cafeína, que es excitante, parece tener el efecto de calmar más que de alterar. Y tal vez ese efecto no tenga que ver con la química. Investigadores de la Universidad de la ciudad de Londres pusieron a prueba a 42 voluntarios. Les pidieron que completasen dos pruebas que permiten medir el estrés y la ansiedad. Después, los hicieron estresar con un ejercicio por tiempo, en el cual tenían que revisar un documento en busca de la letra “d”, y de acuerdo a si tenían una marca superior o inferior, debían tacharla o dejarla. A continuación, a la mitad del grupo se les dio una taza de té, y a la otra mitad un vaso de agua, antes de repetir las pruebas. Antes del refrigerio, ambos grupos tenían los mismos puntajes; pero después, el grupo del té se mostró menos estresado. Habían experimentado una baja del 4% en la ansiedad, mientras que el grupo del agua tuvo un aumento del 25%. Los investigadores hicieron notar que muchos participantes informaron que usaban el té para relajarse y, de hecho, el grupo del té estuvo mucho más conversador después de la prueba que el grupo del agua. Se llegó a la conclusión de que el ritual del té puede ser la razón de que sea el tranquilizante de la naturaleza.
Si es té verde mejor. El té verde contiene menos cafeína que la mayoría de las otras variedades de té, por lo que se podrían tomar las cinco tazas diarias que redujeron el estrés psicológico en un amplio grupo de japoneses, según un estudio reciente realizado en la Facultad de Grado de Medicina de la Universidad Tohoku de Sendai. Los investigadores no identificaron ningún ingrediente del té verde en particular que pueda actuar como calmante, pero los estudios sobre animales parecen indicar que cierto compuesto, el EGCG, tiene efectos sedantes y a la vez hipnóticos que aplacan la producción de las sustancias del estrés en el organismo.