Miles de lectores en todo el mundo votaron según diferentes puntos de vista. Lo mismo pasó en Argentina. Mirá los resultados y opiná sobre el tema.
Por suerte para John McCain, sólo los ciudadanos estadounidenses pueden votar en las elecciones presidenciales. Si se realizaran las elecciones en el exterior el candidato republicano no tendría posibilidades de ganar.
Ésa es apenas una de las asombrosas conclusiones de una encuesta exclusiva de Selecciones, en la que les pedimos a personas en 17 países, entre ellos los Estados Unidos, que mencionaran los temas de relieve mundial que más les interesaban, que describieran cómo percibían la imagen de ese país y que dieran su opinión sobre los actuales candidatos a la presidencia de los Estados Unidos. (Para una explicación sobre la metodología de encuesta, ver la página 39). “Es una victoria aplastante para Obama, excepto en el país donde, en efecto, se está postulando a la presidencia —señala John Fredricks, director de encuestas de Reader’sDigest. Lo más asombroso es el margen de apoyo que tiene”. En Holanda, la popularidad de Obama supera el 90 por ciento y en Alemania, alcanza el 85 por ciento, cifras que por lo general no se ven en encuestas políticas.
Obama es bien visto en todas partes
Los desproporcionados resultados en el exterior reflejan, en parte, el descontento generalizado con George W. Bush. El consenso negativo sobre el presidente estadounidense cobró intensidad inicialmente cuando Bush desestimó el calentamiento del planeta. El índice de rechazo se intensificó con la invasión de Irak. McCain, partidario de esa guerra, simboliza el statu quo de Bush, una era que el mundo quiere dejar atrás.
“Obama representa algo diferente — declara Klas Bergman, director de comunicaciones de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa—. Parece estar dispuesto a escuchar y cooperar en vez de dar órdenes. El hecho de que sea afroamericano contribuye aún más a ese carisma”.
Además, la opinión de los principales medios de comunicación, particularmente en Europa, tiende a ser liberal, y la cobertura de prensa sobre las elecciones en los Estados Unidos refleja esa inclinación. El resultado es que el holandés o la inglesa promedio lee artículos que tienden a favorecer a Obama. En segundo lugar, para ser justos con McCain, el Partido Republicano está organizado sobre la base de un conjunto de principios conservadores que son de carácter estadounidense. Éstos incluyen el apoyo al derecho de portar armas, impuestos bajos, además de la oposición a la legalidad del aborto y a la centralización del control gubernamental.
En tercer lugar, la juventud y el carisma son tan cautivadores en la escena mundial como en la nacional. Dentro de los Estados Unidos, Obama es popular entre los votantes jóvenes, quienes lo ayudaron a salir victorioso en las elecciones primarias demócratas.
La misma inclinación se presenta en el exterior, donde el respaldo más contundente de McCain proviene de votantes de más de 55 años de edad.
El sondeo indica claramente que los Estados Unidos, como nación, aún es fuente de inspiración, incluso en un momento en que muchos fuera del país no están de acuerdo con los aspectos más visibles de sus políticas. Para gran cantidad de personas en el mundo, un candidato afroamericano a la presidencia sirve como recordatorio de la promesa de los Estados Unidos y de los elevados ideales expresados en la Declaración de la Independencia. Es más, este afroamericano en particular —que nació en Hawai, es hijo de un keniano y vivió parte de su niñez en Indonesia— realmente es un ciudadano del mundo.
“Esto tiene particular impacto en África, donde la gente lo mira y dice: ‘Es uno de los nuestros’ —afirma Bruce Stokes, miembro del equipo de investigación del proyecto Pew Global Attitudes—. Pero lo mismo sucede en Asia y en otros lugares”.
Y la pregunta obligada es: ¿la popularidad de Obama en otros países convencerá a los votantes de los Estados Unidos de que es la opción correcta en noviembre? Éste es un argumento que Obama desea plantear, pero de forma delicada.
Tras su aclamada gira en julio por Oriente Medio y Europa —la encuesta concluyó antes de ese viaje—, Obama le dijo a un periodista de Washington que las entusiastas multitudes que lo recibieron en el exterior “quizá no sean decisivas para el votante promedio en este momento, dados los problemas económicos, pero es información que pueden relegar a su inconsciente para cuando acudan a las urnas más adelante”.
Por su parte, John McCain tampoco le resta importancia a la dimensión internacional de las elecciones presidenciales de 2008. Tras derrotar a elementos aislacionistas de su propio partido en las elecciones primarias, los republicanos encabezados por McCain salieron de la convención en Minnesota con una perspectiva orientada hacia el exterior. El llamado a la victoria en Irak va acompañado por la noción de que retirar las tropas prematuramente socavaría el prestigio de los Estados Unidos en el mundo y perjudicaría sus intereses en el extranjero.
En otras palabras, ambos candidatos han dejado sentado oficialmente que tienen lo que Thomas Jefferson denominó “respeto considerable por las opiniones de la humanidad”, palabras del preámbulo de la Declaración de Independencia que nos recuerdan que los estadounidenses siempre han buscado la aprobación del mundo. La encuesta también muestra que no existe una perspectiva mundial uniforme y que las prioridades varían de un país a otro. Sometimos a consideración ocho temas: terrorismo, la guerra en Irak, la economía mundial, la pobreza en el mundo, los derechos humanos, el medio ambiente, el comercio internacional y la proliferación nuclear. Entre los estadounidenses, la
Economía mundial fue la primera prioridad, el terrorismo la segunda, e Irak la tercera. Esta última era de esperarse, pero las diferencias con otros países son marcadas. Sólo los rusos están más preocupados por el terrorismo que los estadounidenses.
En siete países, el medio ambiente resultó ser la mayor inquietud. La pobreza mundial, que preocupa a un minúsculo cuatro por ciento de los estadounidenses, es la mayor preocupación de los encuestados en seis países.
Aunque el bajo índice de preocupación en los Estados Unidos por la pobreza mundial podría interpretarse como indiferencia, hay otra explicación más probable: en ese país, esa inquietud podría llevar a solicitudes de más ayuda exterior. La mayoría de los estadounidenses piensa que la prosperidad de la economía mundial se encargará de dicha pobreza, lo que explica el primer lugar que aquélla ocupa en su lista de prioridades.
Las opiniones de los estadounidenses se parecen más a las de los asiáticos: en India, Indonesia y Taiwán, la economía mundial también es una de las principales prioridades.
La razón por la que los Estados Unidos está en desacuerdo con el resto del mundo sobre estos asuntos podría deberse a un problema de semántica. En el entorno político estadounidense, una frase tan simple como “protección ambiental” viene cargada de matices partidistas y podría considerarse como otra forma de decir “AlGore”. Por otro lado, para los brasileños sondeados, la misma frase podría referirse a la rápida deforestación de la Amazonia.
Una noticia para destacar es que las opiniones negativas sobre Bush no se extienden a todos los estadounidenses.
En un esfuerzo por tantear el sentimiento antiamericano, les pedimos a los participantes que compartieran sus puntos de vista sobre el gobierno estadounidense.
En vez del rechazo desenfrenado que se esperaba, particularmente debido a la guerra en Irak, los Estados Unidos reciben bastante apoyo: en sólo la mitad de los 16 países, las voces contrarias a este país fueron mayoría.
Lo sorprendente es que países como México y Canadá están entre esos ocho, como también Indonesia, el único país encuestado de mayoría musulmana. En la India, los estadounidenses gozan de alta estima, los británicos aún se consideran amigos, y el gobierno estadounidense es tolerado en Francia.
Hablando de los franceses, la mayoría de ellos —¡nada menos!— expresa interés en mudarse a los Estados Unidos.
Quizás algunos lectores piensen que esto es un error tipográfico. Philippe Labro, cineasta francés, le dijo a Selecciones que en Francia, “la realidad del sueño americano” se ve encarnada en la vida de ambos candidatos a presidente. “Estados Unidos aún es el país de la segunda oportunidad, donde todos pueden alcanzar el éxito”, indicó. Este punto de vista prevalece en India, de hecho.
Entre los encuestados allí, el 73 por ciento expresó interés en emigrar a los Estados Unidos, lo que representaría un problema ya que ¿dónde se ubicarían unas 800 millones de personas adicionales? En México, un tercio de los encuestados dijo que se mudaría. Dicha proporción seguramente sería mayor si se hubiera entrevistado, antes de migrar a los Estados Unidos, a quienes ya votaron con sus acciones. Ellos están allí, seguramente a la espera —así como el resto del mundo— de ver a quién elegirán los estadounidenses como su nuevo presidente. Además, muchos de ellos contribuirán a elegirlo.
En la Argentina, también gana
Apretados por la urgencia de la encuesta* exclusiva de Reader´s Digest en el mundo, los responsables de Selecciones en la Argentina encargaron una réplica acotada al tránsito opor Internet.
Fue así que, durante una semana, votaron casi 400 personas en ar.selecciones.com y contestaron exactamente las mismas preguntas que otras 17 mil, en diecisiete países estratégicamente elegidos.
Aun cuando no parece ser novedad que Barack Obama resultara ser el candidato con mayor intención de votos para los argentinos., enconsonancia con los resultados generales, sorprende de todos mods la amplia tendencia a su favor (89%), comparada con la exigua cantidad de los encuestados que se decidió por John McCain (11%). Tal brecha, sólo puede ser explicada por la histórica comunión que los argentinos mantienen con los candidatos demócratas.
Desde la época de John Fitzgerald Kennedy, presidentes y pueblo argentinos prefirieron a los representantes de las huestesmásmoderadas de la política estadounidense como Jimmy Carter y Bill Clinton, quienes gozaron de gran popularidad en la Argentina, en comparación con la antipatía general que siempre despertaron personajes como Ronald Reagan o George Bush, padre e hijo.
Sin embargo, y a pesar de la abrumadora diferencia en “la potencial intención de voto”, en términos reales, los argentinos parecen no estar extremadamente preocupados por las elecciones en el país del norte. Quizá por su tendencia natural a creer que pueden vivir “desconectados” del escenario internacional o tal vez porque aun ellosmismos estánmás concentrados en la resolución de ciertos desajustes en su política doméstica.
Como sea, la encuesta reveló que sólo al 35% de los inquiridos les preocupamucho las próximas elecciones en los Estados Unidos, el 65% restante cubre un abanico diverso en el que algo de interés está representado por el 41%, poco y nada de interés por el 24%. El fanatismo de los argentinos por Obama llega incluso a nivelesmuy diferentes de lo que podría resultar la probable experiencia del primer hombre de color en la Casa Blanca.
Los encuestados creen ver en él una mayor disposición para enfrentar y resolver temas tan dispares como el terrorismo, la guerra o el medio ambiente, con el consecuente problema del calentamiento global. Es decir que en un análisis despojado de toda imparcialidad parecería que los argentinos ven en Obama más a “quien puede interpretar sus propias convicciones” que a un candidato real, con un contexto difícil que, a priori, parece ser— cuantomenos—una encrucijada.
La idea del lídermesiánico que desarrolla capacidades de cambio, ya sea por su origen
afroamericano o por su historia personal, parece convencermás a los argentinos acostumbrados a depositar en una personalidad “simpática” todas sus expectativas.
Si se analiza en cambio cuál de los temas mundiales conllevamás prioridad, la Argentina ha respondido en sintonía con el mundo europeo. La pobrezamundial se destaca en el primer puesto; las cuestiones medio ambientales, en el segundo; y la economía global, en el tercero, pero quedan, muy lejos, sin embargo, la amenaza del desarrollo nuclear y el comercio internacional.
* Encuesta realizada por Internet en ar.selecciones.com durante septiembre de 2008. Resultados
evaluados sobre un total de 389 casos.
La encuesta
Las encuestas fueron realizadas en junio y julio por Synovate, una organización mundial de sondeo. En Holanda y Finlandia, se contrataron encuestadoras locales. Se entrevistaron a 17.000 individuos por Internet, teléfono y en persona. El margen de error de la encuesta es de aproximadamente el 3 por ciento.
En pocas palabras, Éstas son algunas de las reflexiones, recolectadas por los editores internacionales, de las personas entrevistadas por diferentes ciudades del mundo:
“La pobreza es el mayor problema porque es la fuente de muchos otros problemas”.
Markus Rapp, Alemania
“El próximo presidente de los Estados Unidos debe resolver el problema de la inmigración. Viví en Los Ángeles y vi muchos mexicanos llegando a diario. No tienen seguro social y reciben menos que el salario mínimo. Esta situación hace que los estadounidenses sientan más rencor hacia los mexicanos y viceversa”.
Igor Figueroa Ochoa, México
“Nosotros, los Estados Unidos y muchos otros países abogan por la paz mundial, pero estamos destruyendo activamente el medio ambiente. El calentamiento del planeta y el deshielo de los glaciares son cada vez más severos”.
Guan-ming Chen, Taiwán
“Es más difícil hacer negocios en Rusia, pero nunca me iría a vivir a los Estados Unidos… La madre patria no es algo que uno elige. No estoy tratando de hacerme
el patriota; simplemente pienso que nadie nos necesita allá”.
Keith Suter, Australia
“Obama es un hombre franco, es afroamericano y eso me parece bueno. Me gusta su aura, su “vibra”.
Isabel Panzani, Argentina
Los temas en que hay acuerdo o discrepancia…
Todos somos miembros de la comunidad internacional, pero, si vemos cada país, las prioridades
están por todos lados. Rusia es el único país donde el temor al terrorismo es mayor
que en los Estados Unidos; India, Indonesia y Sudáfrica son los únicos en los que el medio ambiente
no es una prioridad. La protección ambiental y la pobreza en el mundo son las principales
prioridades. En ningún país la proliferación nuclear fue una prioridad.