Los transistores son componentes de los microchips. Se usan como interruptores para que la corriente se interprete en dígitos binarios.
Los transistores
Los transistores son componentes comunes de los microchips. Se usan como interruptores para que la corriente se interprete en dígitos binarios: 1 para el encendido y O para el apagado.
Un transistor muy empleado tiene dos islas de semiconductor tipo n, sobre una base de semiconductor tipo p. Cuando el transistor está apagado, los electrones libres de las capas n se desplazan hacia la capa p y son absorbidos por los huecos libres. El transistor se enciende al aplicar, desde otro circuito de baja energía, un voltaje a una compuerta de aluminio situada por encima de la base p. Este voltaje atrae los electrones libres de la base p hacia la compuerta, donde forman un puente entre las dos islas n y un paso para la corriente a través del circuito del interruptor activo.
El transistor se apaga al cortar la corriente. Entonces los electrones libres regresan a la base p y son absorbidos por los huecos libres. Como no forman puente entre las islas, la corriente no puede fluir por el circuito.
Fabricación del microchip
Los chips se producen por centenares en una hoja de cristal ultrapuro de silicio sintético. Esas hojas son tan delgadas que se necesitan unas 10 para formar una capa de 1 mm de grosor. Los diagramas de los circuitos se preparan en computadora y después se reducen al tamaño del chip, dispuestos lado a lado en una placa de vidrio llamada máscara. Debido a que los interruptores y otros componentes se integran en capas separadas del chip, se hace una máscara para cada operación. Estas máscaras, que bloquean las partes que no se necesitan, tienen un tamaño varias veces mayor que el del chip, pero después se reducen con técnicas fotográficas.
Se sobreponen las capas -tipo p o n o las aislantes de bióxido de silicio- y se borran químicamente las partes inútiles. Esto se realiza tratando cada capa con un revestimiento sensible a la luz ultravioleta, colocando encima una máscara y exponiéndola a dicha luz. Las partes expuestas se vuelven resistentes al ácido, y las partes no expuestas se eliminan cuando se aplica.
Los contactos de aluminio y otras partes similares se depositan en forma de vapor en las áreas grabadas para ellos. Al endurecerse el aluminio, se le añaden las conexiones de los circuitos que hacen contacto con bordes fijos en los bordes del chip.
Todos los chips terminados se prueban con delicadas sondas eléctricas para verificar que funcionen correctamente. Cerca del 70% resultan defectuosos, por lo que se marcan como rechazados y se desechan. Después de la prueba, cada chip se separa de su hoja con un cortador de punta de diamante, bajo un microscopio. Los chips aprobados se montan uno por uno en un estuche y se cubren con plástico. La superficie de contacto está enlazada a conectores metálicos con finos alambres de oro, ligados éstos a espigas metálicas.