Los ojos de estos particulares ratones y ratas blancas solo tienen tejidos semitransparentes para proteger los vasos sanguíneos del iris y de la retina.
Los animales adquieren su colorido por medio de un complicado proceso de varias etapas. Su cuerpo produce un pigmento y lo transporta a sus tejidos, depositándolo en la piel y en otros puntos cercanos. Si hay problemas en cualquier etapa de este proceso, el animal permanece blanco, en lugar de adquirir el color normal de su especie.
Este fenómeno, conocido como albinismo, es quizá más común entre los roedores o ratones. En casos extremos, el defecto reside en la elaboración del pigmento, no en la etapa de transporte o fijación, lo que significa que el animal carece de pigmento. Sus ojos solo tienen tejidos semitransparentes para proteger los vasos sanguíneos del iris y de la retina, por eso un verdadero albino tiene ojos rojos, muy sensibles a la luz solar intensa.