¿Por qué transpiran los vasos con hielo y no los vasos con bebidas calientes? Un poco de química por aquí, un poco por allá…
Es física elemental. La respuesta es “por condensación”.
¿Qué es la condensación?
La “transpiración” no se escapa del líquido que está en el interior del vaso hacia afuera, sino que sale del aire del ambiente. El líquido frío (y el hielo) enfría el vaso, en especial el exterior del vaso, y esto, a su vez, enfría levemente el aire que rodea su superficie. El aire más frío no puede contener tanto vapor de agua como el aire más cálido, por lo que el vapor de agua en el aire frío que circunda el vaso se condensa en forma líquida. Las moléculas de agua en el aire que rodea al vaso pierden energía térmica en la superficie fría y pasan del estado gaseoso al líquido. La condensación, por ende, es el proceso opuesto al de evaporación, en el que el aire absorbe el agua.
Chris Ballas, doctorado en Física en la Universidad de Vanderbilt, explica que en la naturaleza se ve en funcionamiento el mismo principio: “El rocío se forma, en esencia, por la misma razón, de modo que la ‘transpiración’ del vidrio es, en cierta forma, rocío en miniatura. Se puede observar que la ‘línea de transpiración’ en el vidrio se forma precisamente en la línea donde comienza la bebida fría”.
El doctor Tom LeCompte, asistente de investigación y profesor de Física en la Universidad de Illinois, dijo que cuanto más frío se vuelva el exterior del vaso por la bebida o el hielo que se encuentra en su interior, mayor condensación se producirá: La cantidad de enfriamiento depende del material del vaso.
¿Por qué las bebidas en lata se enfrían más rápido?
Una lata de aluminio —buen conductor del frío y del calor— que se llena con una bebida fría va a transpirar más que un vaso de polietileno. (El polietileno es mal conductor del calor y el frío. Por eso, tarda más en cambiar de temperatura, ya sea que contenga café hirviendo o cerveza muy fría). Es posible lograr que un vaso de polietileno transpire, pero esto requiere cierto esfuerzo.