Algo provoca que pequeñas fibras en o cerca de la superficie de la piel se muevan. El mensaje se transmite rápidamente, y respondemos rascándonos.
No hay nada más común que sentir picazón en la piel. Docenas de veces al día nos tocamos la cara, nos frotamos la nariz, nos rascamos la cabeza, nos acariciamos o tocamos alguna parte de nuestra piel para aliviar cierta irritación molesta. Pero aún no sabemos muy bien por qué sentimos picazón.
A veces, cuando oímos zumbar una mosca u otro insecto, la causa es obvia. Sin embargo, el prurito puede ser causado por una alergia, una infección o algún trastorno emocional. Es el síntoma más notable en muchas enfermedades cutáneas, aunque ello no implica que haya infección. Aun cuando existan dificultades para hallar una causa, las consecuencias son las mismas; algo provoca que pequeñas fibras «terminaciones nerviosas» en o cerca de la superficie de la piel se muevan. El mensaje se transmite rápidamente por todo el sistema nervioso, y respondemos frotándonos o rascándonos para aliviar la irritación.
Muchas picazones molestas pueden evitarse con el aseo diario, aunque también es frecuente que el jabón reseque la epidermis y provoque picazón.