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¿Por qué lloramos según la ciencia?

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Hace años que la ciencia estudia las posibles razones del llanto y en esta nota vas a enterarte de algunas de sus hipótesis.

Si alguna vez te preguntaste a qué se debe que los seres humanos lloren, no sos el único. Los
científicos desconocen mucho (o no se ponen de acuerdo) sobre la naturaleza del
llanto humano. Charles Darwin alguna vez señaló que las lágrimas originadas por
emociones carecen de “propósito”, y hoy, casi 150 años después, el llanto
emocional sigue siendo uno de los grandes misterios de la humanidad.
Si bien
otras especies segregan lágrimas como reacción refleja al dolor o la
irritación, los humanos somos los únicos que las derramamos como señal de sentimientos. ¿Por qué?

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En general, los investigadores han enfocado más su
atención en las emociones que en los procesos fisiológicos que subyacen a
ellas. Ad Vingerhoets, profesor de la Universidad de Tilburgo, en Holanda, y
uno de los principales estudiosos del llanto en el mundo, escribe en su libro 
Why Only Humans Weep (“Por qué solo los humanos lloran”): “Lo
que les interesa a los científicos no son las mariposas que nos revolotean en
el estómago, sino el amor”. Sin embargo, como él y otros expertos están
demostrando, llorar
es más que un síntoma de tristeza
.

 

Diversos sentimientos —como empatía, sorpresa, ira o
dolor— originan el llanto, y, a diferencia de las “mariposas” invisibles que
sentimos en las entrañas cuando estamos enamorados, 
las lágrimas son una señal que otros pueden ver. Este factor es central en las investigaciones
más recientes acerca del llanto.

 

Durante siglos la gente pensó que las lágrimas se
originaban en el corazón. Una creencia del siglo XVII sostenía que las
emociones, en especial el amor, calentaban este órgano, el cual generaba vapor
de agua para enfriarse. El vapor del corazón subía luego a la cabeza, se
condensaba cerca de los ojos y escapaba en forma de lágrimas. En 1662 un
científico danés llamado Niels Stensen descubrió finalmente que 
las glándulas lagrimales son el verdadero punto
de origen de las lágrimas
.
Fue entonces cuando los científicos se preguntaron qué beneficios evolutivos
podría aportar el líquido que fluye de los ojos. Stensen consideraba que las
lágrimas no eran más que un medio para mantener la humedad en ellos.

Teorías científicas para
explicar el llanto

Vingerhoets
describe en su libro ocho teorías sobre el llanto. Algunas son sencillamente
disparatadas, como una de los años 60 que sostiene que los humanos
evolucionaron de simios acuáticos y que las lágrimas les ayudaron a vivir en
agua salada. Otras teorías perduran pese a la falta de pruebas, como la idea
popularizada por el bioquímico William Frey en 1985 de que el llanto elimina
las toxinas que se acumulan en la sangre durante los períodos de estrés.

Ahora existen pruebas que apoyan algunas teorías nuevas más factibles. Una de ellas propone que las lágrimas activan el apego y la vinculación. Lloramos desde muy temprana edad para establecer lazos con otros. Los humanos llegamos al mundo sin recursos físicos
para sobrevivir solos. Aunque nos volvemos más capaces, los adultos jamás
dejamos de tener episodios ocasionales de indefensión. “El llanto nos hace saber que existe algún
problema importante
 que,
al menos por un tiempo, rebasa nuestra capacidad de afrontarlo”, dice Jonathan
Rottenberg, investigador de las emociones y profesor de psicología en la
Universidad del Sur de Florida.

 

Nuevos estudios muestran también que las lágrimas parecen provocar una reacción en
otras personas que la simple angustia no suscita
. Según un estudio publicado en febrero de 2016,
las lágrimas activan la compasión. Cuando los investigadores mostraron a la
mitad de los sujetos una foto de una persona llorando, y a la otra mitad la
misma foto pero con las lágrimas eliminadas digitalmente, los sujetos del
primer grupo dijeron que se sentían más conectados con esa persona y querían
ayudarla.

Los científicos han hallado pruebas de que las lágrimas de causa emocional son químicamente
distintas de las que derramamos al picar cebollas
. Además de las enzimas, lípidos, metabolitos y
electrolitos que componen toda lágrima, las
de origen emocional contienen más proteínas
. Una hipótesis sugiere que el mayor contenido
de proteínas hace que estas lágrimas sean más
viscosas
, que se
adhieran a la piel con más fuerza y que se
deslicen más lentamente
 por
el rostro, para aumentar así las probabilidades de que otros las vean.

Las lágrimas revelan que somos vulnerables, y la
vulnerabilidad es esencial para la conexión humana. “
Se activan las mismas zonas del cerebro al ver a
alguien emocionalmente alterado que al ser uno mismo quien está en esa situación
”, dice Michael Trimble, neurólogo del
University College de Londres. “En algún momento de nuestra historia evolutiva
las lágrimas se convirtieron en una señal que automáticamente despertó la
empatía y la compasión en los otros”.

Una
teoría menos reconfortante se enfoca en 
la
capacidad del llanto para manipular
 a otros. Los investigadores creen que, así
como los bebés se valen de las lágrimas para obtener lo que necesitan, lo mismo
hacemos los adultos, estemos conscientes de ello o no. “Muy pronto aprendemos
que el llanto es un
poderoso neutralizador de la ira
”,
dice Rottenberg, quien considera que, en parte, por este motivo las lágrimas
son centrales en las discusiones entre parejas, sobre todo cuando uno de los
dos se siente culpable y desea el perdón del otro.

Un pequeño estudio publicado en Science sugería que las lágrimas de las mujeres
contienen una sustancia que inhibe la excitación sexual en los hombres. Cuando
24 participantes olieron lágrimas femeninas reales, se sintieron menos
excitados por fotos de caras de mujeres, y cuando otros 50 sujetos olfatearon
lágrimas, se redujeron más drásticamente los niveles de testosterona en su
saliva que al oler una solución salina de control. Lo más notable, según cree
Noam Sobel, coautor de la investigación y profesor de neurobiología en el
Instituto Weizmann de Ciencias de Israel, es que las lágrimas parecen reducir la agresión, un punto no considerado por el estudio. Las
lágrimas de los hombres quizá tengan el mismo efecto. Sobel y su equipo ahora
están analizando las más de 160 moléculas presentes en las lágrimas para ver si
alguna de ellas tiene ese efecto.

 

¿Qué pasa con las personas
que no lloran?

Michael Trimble, uno de los principales expertos en
llanto del mundo, dice: “No sabemos nada sobre las personas que no lloran”.
Entonces, si las lágrimas son tan importantes para la creación de lazos
humanos, ¿las personas que nunca lloran están menos conectadas socialmente?

Al decir del psicólogo clínico Cord Benecke, profesor en
la Universidad de Kassel, en Alemania, eso es justo lo que indican los
resultados de los estudios preliminares. Este experto realizó entrevistas
íntimas con 120 personas a fin de saber si las que no lloraban eran diferentes
de las que sí lo hacían. Descubrió que, en efecto, había diferencias entre
ellas. “
Las que no lloraban
tendían a retraerse y se describían como menos conectadas en sus relaciones
sociales
”, dice
Benecke. Esas personas experimentaban
también más sentimientos agresivos negativos, como ira y disgusto, que las que
sí lloraban
. Hacen
falta más estudios para poder establecer si las personas que no lloran son
realmente diferentes de las demás, y en eso trabajan ya algunos expertos.
Trimble está llevando a cabo el primer estudio científico de esta clase de
personas.

 

Entonces, ¿llorar es
saludable?

Aunque el llanto parece ser benéfico para las relaciones
interpersonales, no hay pruebas de que no llorar sea poco saludable
forzosamente. 
Tampoco
existen evidencias de que el llanto tenga efectos positivos en la salud
; sin embargo, el mito de que cumple una función
desintoxicante en el nivel emocional y físico persiste, “como si fuera una
especie de ejercicio para el cuerpo”, dice Rottenberg. En un análisis de
artículos sobre el llanto publicados en diversos medios informativos a lo largo
de 140 años, se encontró que en un 94 % de ellos se consideraba el acto de llorar como benéfico
para la mente y el cuerpo
;
por otro lado, se decía que contener las lágrimas provoca exactamente el efecto
opuesto. “Esta afirmación más bien es una creencia sin fundamento”, señala el
profesor.

También se desechó la idea de que llorar siempre produce
alivio. Cuando unos investigadores proyectaron un drama cinematográfico a un
grupo de personas en un laboratorio y evaluaron su estado de ánimo
inmediatamente después, las que lloraron se sentían mucho más desanimadas que
las que no derramaron lágrimas.
 

 

Sin embargo, otras pruebas sí respaldan la noción del
llanto benéfico que lleva a la catarsis. Al parecer, uno de los factores clave
para que ésta ocurra es esperar tiempo suficiente para que aflore el efecto
positivo de llorar: la liberación. Cuando Vingerhoets y sus colegas hicieron
ver una película dramática a un grupo de voluntarios y evaluaron su estado de
ánimo una hora y media después, en vez de hacerlo justo después de la
proyección, los que habían llorado se sentían más animados que antes de ver el
filme. Una vez que los beneficios del llanto se manifiestan, explica el experto,
 llorar puede ser un recurso eficaz para
recuperarse de un episodio emocionalmente fuerte
.

La investigación moderna sobre el llanto todavía está en
sus comienzos, pero los misterios que encierran las lágrimas —y las recientes
investigaciones que demuestran que son mucho más importantes de lo que los
científicos alguna vez pensaron— impulsan a Vingerhoets y a su pequeño grupo de
colaboradores a seguir estudiando el fenómeno. “
Las lágrimas tienen muchísima importancia para
la naturaleza humana. Lloramos porque necesitamos a otras personas
”, sostiene el profesor. Entonces, con una
sonrisa radiante añade: “Lo cual significa que Darwin estaba completamente
equivocado”.

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