Hace algunos años las cataratas eran la principal causa de ceguera, particularmente en personas mayores de 60 años
Hace algunos años las cataratas eran la principal causa de ceguera, particularmente en personas mayores de 60 años. Esta enfermedad provoca que las delicadas fibras de proteína del interior del cristalino cambien lentamente su naturaleza, volviéndose turbias, de igual modo que una clara de huevo cambia al cocerse. Quienes las padecen pueden detectar la luz, pero su vista pierde definición. Ven sombras vagas, difusas, como si estuvieran mirando a través de un cristal cubierto de escarcha.
Las cataratas, las nubes que cubren los cristalinos, suelen afectar ambos ojos, uno más que el otro. Son tan comunes en los ancianos que casi toda persona mayor de 65 años presenta síntomas menores, generalmente en los extremos del cristalino, lo cual no afecta en gran medida la visión.
Las cataratas son compañeras de la vejez, al igual que el lumbago y las articulaciones artríticas. Por fortuna, las cataratas no causan dolor.
Las nuevas y buenas noticias para quienes las padecen son que recientemente los cirujanos oftalmólogos han hecho enormes progresos en el tratamiento de este mal. La operación, que varía en grado de dificultad según la condición de los cristalinos, suele durar una hora. La tasa de éxito es alta: casi 95%.
Una técnica, que utiliza una sonda criogénica, retira parte del cristalino; otra consiste en extirpar la parte opaca por medio de succión. Una tercera usa un vibrador de alta velocidad para destruir la catarata y retirar más tarde los residuos con una aguja hueca. Como la operación destruye parte del cristalino, es necesario reemplazarlo para que el paciente vea nítidamente otra vez. En ocasiones, el oculista receta lentes gruesos o de contacto; en otros casos, implanta una lente permanente en el ojo.
En este último caso, el cirujano realiza cálculos precisos antes de operar, para decidir qué tipo de lentes restaurarán la visión normal. Esto implica medir la curvatura de la capa externa del ojo y la longitud del mismo. La edad no es un factor determinante en la cirugía de cataratas, pero el estado de salud del paciente puede determinar la técnica a emplear. Los médicos cirujanos han utilizado con éxito lentes de plástico para restablecer la vista de pacientes de 100 años de edad.