Los minerales han fascinado a la humanidad desde los tiempos primitivos.
Los metales, materia vital del mundo moderno
Las gemas son los minerales más codiciados, pero los sufridos minerales metálicos han desempeñado un papel mucho más importante en la historia de la Humanidad. Desde que el hombre primitivo aprendió a construir herramientas y armas con fragmentos de cobre y hierro, la búsqueda de los apreciados metales ha sido incesante.
Ciertos metales, en especial el cobre, la plata, el oro y el platino, se encuentran a veces en masas sólidas y puras pero, con más frecuencia, mezclado con otros minerales en yacimientos de gran valor comercial llamados menas. El mineral galena, por ejemplo, es Ia fuente más rica de plomo. Del cinabrio, rojo brillante, se obtiene mercurio, y la casiterita es la mena principal del estaño. El hierro, el metal más importante, se obtiene sobre todo de yacimientos de hematita. Estos y otro metales, desde el aluminio al cinc, extraídos de sus menas por diversos procedimientos, forman la columna vertebral de nuestro mundo industrializado.
Los múltiples usos de los minerales
Los minerales, con su variedad de formas y colores, han fascinado a la humanidad desde los tiempos primitivos. El hombre de Neanderthal esparcía hematitas, mineral de color rojo sangre, sobre los muertos, posiblemente con la intención de devolverles una tez sonrosada; y en las tumbas del hombre del neolítico se han encontrado pepitas de oro. Más tarde se creyó que las amatistas evitaban la embriaguez y se temía que el ópalo provocaba mala suerte. Hoy se siguen apreciando las gemas por su hermosura y rareza, pero hay otra multitud de minerales a los que se concede mayor importancia porque constituyen las materias primas fundamentales de la industria.