Sepa cómo ahorrar energía y dinero conociendo las características de cada lámpara.
Echar luz en la sombra
Un foco común emite luz por incandescencia. Cada vez que se enciende la luz, la corriente eléctrica fluye a través del filamento de tungsteno, calentándolo a casi 2.600°C. A esta temperatura, el filamento genera luz y los átomos de tungsteno vibran con tal rapidez que algunos se desprenden del alambre, condensándose en el interior de vidrio, lo que lo oscurece ligeramente de a poco. El tungsteno se evapora del filamento con lentitud pero en forma desigual: en algunos lugares el filamento es más delgado y ofrece más resistencia al flujo de electrones. Los puntos delgados se calientan más y los átomos de tungsteno se evaporan con mayor rapidez. Con el tiempo, generalmente después de 1.000 horas de uso, se escucha el característico sonido del filamento al romperse. También las lámparas fluorescentes dependen de un filamento, pero por otras razones. El interior de una lámpara fluorescente está recubierto con fósforo, sustancia química que absorbe la luz ultravioleta invisible y emite luz visible. Este es un proceso relativamente frío porque los dos filamentos de la lámpara, o electrodos, necesitan alcanzar cierta temperatura para emitir electrones, no luz. Los electrones conducen la corriente eléctrica entre los extremos de la lámpara, llena con un gas que contiene mercurio. A su paso, los electrones chocan con los átomos de mercurio, provocando que salten de sus órbitas habituales. Cuando regresan a su estado normal, emiten luz ultravioleta, la cual activa el fósforo para que produzca luz visible. Los filamentos de las lámparas fluorescentes se calientan a temperaturas inferiores a las bombillas incandescentes, de manera que su duración es ocho veces mayor. Con el uso, los filamentos de una lámpara fluorescente no se rompen, pero gradualmente dejan de emitir electrones que forman un arco voltaico en el gas que llena la lámpara, lo que causa que las lámparas viejas parpadeen. Incluso los filamentos nuevos necesitan calentarse un momento, razón por la cual las lámparas fluorescentes no alumbran de inmediato. Existen lámparas de luz rápida, que son más caras, y de luz instantánea. Asimismo, se han desarrollado lámparas compactas y más eficientes, que no necesitan ser reemplazadas con frecuencia y consumen menos electricidad que las bombillas incandescentes para producir la misma cantidad de luz.
¿Por qué algunas veces se escucha estática en las transmisiones de radio?
Descargas eléctricas por ejemplo, de un relámpago o del motor eléctrico de algunos aparatos domésticos producen una explosión de interferencia, especialmente si se sintoniza una estación de amplitud modulada (AM). Esto rara vez ocurre con las radiodifusoras de frecuencia modulada (FM). La razón de este fenómeno reside en la manera como se transmiten y reciben las señales de radio. El sonido viaja en ondas de una frecuencia y amplitud determinadas. La frecuencia mide el número de ondas que se transmiten por segundo, y la amplitud es el tamaño de la onda. Los programas de radio se transmiten combinando la información del sonido, como la voz de un locutor, con otra onda conocida como portadora, proceso que se llama modulación. Hay dos formas de hacerlo: la amplitud modulada y la frecuencia modulada. Cada estación de radio transmite su onda portadora a una frecuencia específica: entre 525 y 1.605 kilohertzios para las estaciones de AM, y entre 87 y 108 megahertzios para las estaciones de FM. En la radio AM, la frecuencia de la onda portadora es constante, pero para cambiar su amplitud se usa la información sonora. Un radio receptor sintonizado en la frecuencia de una estación capta la onda portadora y extrae y amplifica sólo la información de la amplitud. En la radio FM, la información sonora se usa para cambiar ligeramente la frecuencia de la onda portadora; la amplitud permanece igual. Un receptor FM sólo extrae y amplifica la información de la frecuencia que varía respecto a la frecuencia de la onda portadora no modulada. Las chispas eléctricas irradian ondas de radio en una amplia gama de frecuencias. Esas ondas aleatorias se combinan con una onda portadora modulada para cambiar su amplitud. La frecuencia de las ondas moduladas rara vez se ve afectada, y por esa razón es muy raro escuchar estática en transmisiones de FM. Sin embargo, para un radio receptor de AM, los cambios de amplitud se parecen a la información sonora, de manera que el molesto chisporroteo de la estática es amplificado junto con la señal informativa.