Los carcinomas son provocados por la exposición crónica a la radiación ultravioleta, y las personas morenas son menos susceptibles que las de tez clara.
La gente de tez clara es más susceptible a la luz del sol. Sin una protección adecuada, la piel blanca enrojece con facilidad y se despelleja. En ocasiones se hincha y se vuelve tumefacta. Las continuas quemaduras de sol o la exposición en exceso durante años puede provocar cáncer en cualquier tipo de piel.
Existen tres tipos principales de cáncer de la piel.
1. El carcinoma de células escamosas suele ser más frecuente entre los ancianos y generalmente se presenta como verrugas en el dorso de las manos, en la cabeza, cara, orejas, labios o cuello. Este tipo no suele provocar dolor y responde bien al tratamiento si se detecta a tiempo.
2. Los melanomas malignos se forman en lunares o zonas pigmentadas de la piel. El lunar cambia de tamaño o de color y puede sangrar o producir picazón. Un tratamiento de urgencia es vital porque este tipo de cáncer crece con rapidez y se propaga por todo el cuerpo. Aunque no se han determinado las causas, los estudios indican que los melanomas malignos son más frecuentes entre personas de tez clara que viven en climas cálidos.
3. El carcinoma de células basales, conocido como úlcera corrosiva, es un tumor que crece con lentitud y aparece en cualquier parte del rostro, párpados, cuello, nariz y orejas. Se inicia como un barro semejante a una perla y crece hasta formar un nódulo brillante que se ulcera. Aunque no se extiende, el tratamiento oportuno brinda la oportunidad de curarlo, al igual que otros tipos de cáncer.
Los carcinomas de células escamosas y de células basales son los tipos de cáncer más comunes y son provocados por la exposición crónica a la radiación ultravioleta. Son poco frecuentes en personas de tez oscura, y entre las personas de raza blanca las más morenas son menos susceptibles que las de tez más clara.
Es evidente que el color del cabello y la constitución están íntimamente ligados. Ambos dependen del tipo y de la distribución de la melanina, el pigmento que protege del sol a la piel. Donde la epidermis, la capa exterior de la piel, contiene mayor cantidad de melanina, como sucede en las personas de piel oscura, brinda mayor protección contra los efectos nocivos de la radiación ultravioleta.
Aunque el carcinoma de células escamosas rara vez ataca a personas de raza negra, resulta interesante observar que, cuando ocurre, los tumores suelen crecer en el sitio del daño (viejas cicatrices o úlceras que sanaron sin la acostumbrada cantidad de pigmento). Además, si estas personas desarrollan melanomas malignos lo que es raro, estos se formarán en tejidos con poca cantidad de pigmento, como las plantas de los pies, las palmas de las manos y las membranas mucosas.
Esto no significa que debamos evitar la luz del sol, de la que obtenemos un valioso suministro de vitamina D. Sin embargo, para prevenir el cáncer de piel, es necesario protegerse de la radiación ultravioleta (UV) excesiva. Usá siempre un filtro solar adecuado y evitá exponerte al sol sin un sombrero; incluso en un día nublado es posible sufrir quemaduras, ya que el 80% de los rayos UV traspasan las nubes.