Los despliegues más espectaculares de estrellas fugaces se llaman lluvias de estrellas.
Estrellas fugaces y meteoros
¿Qué son las estrellas fugaces?
Mientras que los cometas pueden ser visibles durante semanas o meses seguidos, las llamadas estrellas fugaces cruzan el cielo y se desvanecen en unos segundos. La mayoría son una herencia de los cometas, ya que están formadas por los restos que permanecen en el espacio después de que estos han pasado. Cuando esos fragmentos entran en nuestra atmósfera, la fricción los vaporiza dejando estelas luminosas llamadas estrellas fugaces. Otras proceden de restos interplanetarios que arden al entrar en la atmósfera.
Los despliegues más espectaculares de estrellas fugaces se llaman lluvias de estrellas o de meteoros y son fenómenos predecibles. Se repiten año tras año en las mismas fechas aproximadamente, cuando la Tierra atraviesa la órbita de un cometa que ya ha pasado. En el punto culminante de una de estas lluvias pueden llegar a verse docenas de meteoros por hora, y todos parecen irradiar de una constelación definida. Durante la lluvia de estrellas Leónida, en noviembre, suele verse un gran número de estrellas fugaces en la vecindad de la constelación de Leo, mientras que la lluvia de meteoros Perseida, a comienzos de agosto: se centra en la constelación de Perseo.
¿Llegan alguna vez los meteoros a la Tierra?
Aunque parezca increíble, pueden caer sobre nosotros fragmentos interplanetarios, y de hecho, así sucede. Centenares de ellos se precipitan sobre la Tierra todos los años, pero la mayoría se hunden en los océanos y además son muy pequeños.
Estos desechos cósmicos, llamados meteoroides cuando se encuentran en el espacio exterior y estrellas fugaces cuando atraviesan la atmósfera, se conocen como meteoritos si llegan a la Tierra. Su peso varía desde unos pocos gramos hasta varias toneladas. El más grande de los que se conocen se descubrió en Namibia (África del Suroeste) y pesa unas 60 toneladas.