Los esteroides anabólicos que ingieren algunos deportistas de alto nivel, imitan los efectos de la testosterona, la hormona sexual masculina.
¿Por qué se veta a los atletas que emplean esteroides?
Los esteroides se parecen a las hormonas que produce normalmente el cuerpo. Los esteroides anabólicos, aquellos que ingieren algunos deportistas de alto nivel, imitan los efectos de la testosterona, la hormona sexual masculina. Además de estimular el desarrollo sexual, la testosterona favorece el crecimiento óseo y muscular.
Algunos competidores -especialmente levantadores de pesas y atletas de pruebas como el lanzamiento de bala o de martillo- los usan para aumentar su fuerza y velocidad de recuperación a las lesiones. El abuso de esteroides daña el hígado y las glándulas suprarrenales, además de causar impotencia y esterilidad en los hombres.
Las mujeres que los usan se masculinizan: la voz se vuelve más grave, y el cabello crece en exceso en todo el cuerpo pero puede desaparecer de la cabeza.
Los jerarcas del deporte proscribieron los esteroides por dos razones principales: los competidores adictos arriesgan su salud indiscriminadamente, y logran una ventaja desleal que solo puede ser igualada por rivales dispuestos a cometer la misma irresponsabilidad.