El océano de aire que envuelve nuestro planeta solo es una delgada película. La atmósfera no posee un límite superior claramente definido.
El espesor de la atmósfera
Si lo comparamos con el tamaño de la Tierra, el océano de aire que envuelve nuestro planeta es solo una delgada película. Aunque la atmósfera no posee un límite superior claramente definido, los científicos consideran generalmente que tiene un espesor de unos 480 kilómetros. Por encima de esa altitud, los gases enrarecidos de la atmósfera se diluyen imperceptiblemente con el casi vacío del espacio exterior.
Lejos de ser uniforme, la atmósfera se divide en cuatro capas distintas. La inferior, o troposfera, tiene unos 15 kilómetros de espesor; en ella se originan la mayoría de las tormentas, y los grandes sistemas de vientos mantienen en movimiento las masas de nubes.
La capa siguiente, o estratosfera, está comprendida entre los 15 y los 45 kilómetros por encima de la superficie de la Tierra. A diferencia de la turbulenta troposfera, la estratosfera es tranquila; los pilotos de los aviones de reacción prefieren volar a esta altura para evitar las tormentas de las capas inferiores.
La tercera capa, o mesosfera, muy fría, se extiende entre los 45 y los 75 kilómetros de altura; en ella se producen las estelas luminosas de las estrellas fugaces. Más allá se encuentra la termosfera, cuyo aire está sumamente enrarecido y cargado de electricidad. Es el lugar donde se despliegan las brillantes auroras boreales y australes.