El Partenón parece perfectamente simétrico a pesar de que apenas hay líneas horizontales o verticales en el edificio.
El Partenón parece perfectamente simétrico a pesar de que apenas hay líneas horizontales o verticales en el edificio. Las columnas están ligeramente inclinadas hacia adentro y se ensanchan ligeramente en la parte superior. Esto refuerza la ilusión de fuerza y belleza, ya que las líneas rectas, por el contrario, parecen inclinarse hacia adentro. Es éste un ardid similar al empleado en el zigurat de Ur.
Atenea, en cuyo honor se construyó el templo, se alza a lo alto con su túnica de mármol y de oro puro. Para ello se usó casi una tonelada de oro, y solo la estatua costó dos veces más que el resto del Partenón.
En el gran friso del interior del templo se representa una procesión en honor de Atenea.
Ilusión óptica
Las paredes del zigurat de Ur parecen rectas, aunque en realidad son curvas, de arriba abajo y de esquina a esquina.