Los helechos no tienen flores, pero tienen hojas, tallos y raíces.
Aunque los helechos se cuentan entre las muchas plantas que carecen de flores, poseen en cambio hojas, tallos y raíces verdaderos. Sin embargo, los tallos suelen pasar inadvertidos porque muchas veces se arrastran bajo tierra. La parte visible de la planta consta solo de hojas, o frondas, que se elevan a intervalos desde los tallos subterráneos. Cuando brotan las hojas, sus puntas están enrolladas en espiral como muelles de reloj, pero se van desplegando gradualmente a medida que crecen.
Las hojas de la mayoría de los helechos mueren en otoño y son sustituidas por otras nuevas en la primavera siguiente. En las regiones cálidas, muchas especies crecen como epifitas adheridas a los troncos y ramas de los árboles y se conservan verdes todo el año.
¿Qué son los puntitos que aparecen en las frondas de los helechos?
Muchos aficionados a las plantas se alarman al descubrir pequeños puntitos oscuros en el envés de las hojas de su helecho preferido. Pero, lejos de ser síntoma de alguna enfermedad o de una plaga, las manchas son en realidad aglomeraciones de sacos de esporas. En algunas especies, las manchas, llamadas soros, están desnudas; en otras, cada una está cubierta por una delgada membrana llamada indusio. Según el tipo de helecho, los soros pueden ser redondos, ovales, alargados, fusiformes o adoptar otras formas.
Aunque los soros abultados y parduscos en el envés de las frondas son característicos, en muchas especies se disponen de forma distinta. En algunos casos, las esporas se producen solo en frondas fértiles especiales que no se parecen en nada a las hojas normales, o puede que los sacos de esporas se limiten a unas cuantas «hojitas» o pínulas de cada fronda. En algunas especies, las pínulas verdes de ciertas frondas están interrumpidas hacia el centro de la nervadura principal por un ramillete de otras pínulas productoras de esporas, retorcidas y de color pardo.