Los marineros y los pastores tenían fama de ser los mejores profetas del tiempo.
El estudio del tiempo y el clima: «Sol muy rojo, agua en el ojo»
Los profetas del tiempo más respetados eran quienes vivían a merced de los elementos. Los marineros y los pastores tenían fama de ser los mejores. Uno de los primeros textos de predicción meteorológica se publicó en Inglaterra en 1670 bajo el título de El legado del pastor. Sus ejemplos se basaban en el estudio de los vientos, las nubes y las nieblas, que ya formaba parte de la tradición. Muchas de las observaciones contenidas en el texto siguen siendo muy populares en la actualidad: «Sol muy rojo, agua en el ojo».
«Tormenta por la mañana no quita pan ni jornada»
Algunas de sus conclusiones eran incorrectas, pero los meteorólogos modernos atribuyen a estos textos el mérito de identificar algunos de los principios básicos de la meteorología, como la tendencia de un fenómeno a durar varios días una vez que ocurre. Además, ciertas investigaciones realizadas en la década de 1920 revelaron que en siete de cada diez ocasiones el sol rojo traía lluvia.
El comportamiento de las plantas y los animales resulta también muy útil para la predicción del tiempo. La pimpinela escarlata era el barómetro del labrador en muchas zonas, porque reaccionaba rápidamente a los cambios atmosféricos. Cuando las flores abren sus pétalos es indicio de buen tiempo; ante la llegada de la lluvia, las plantas reaccionan a la humedad cerrando los pétalos, a fin de mantener el polen seco.