Las personas activas suelen conservarse más delgadas porque queman más energía.
Un hombre de complexión media gasta 1.450 a 1.700 calorías (6.000 a 7.000 kilojulios) diarias para mantener su metabolismo basal, para que su corazón continúe bombeando sangre, los pulmones respiren y la digestión se lleve a cabo, Si realiza una actividad moderada, consume cerca de 2.750 calorías diarias. Se emplean muchos kilojulios para conservar la temperatura del cuerpo. Como las mujeres suelen tener mayor cantidad de grasa para guardar calor, y pesan menos que los hombres, consumen menos energía. El gasto energético diario de una mujer joven de complexión mediana es de alrededor de 2.000 calorías. Las personas activas suelen conservarse delgadas porque queman más energía que las inactivas.
Cualquier excedente de energía se convierte en grasa que almacena el cuerpo; de continuar ese proceso, degenera en obesidad. En muchos países las principales fuentes de alimentos energéticos son los carbohidratos -azúcares, almidones y alcohol- y las grasas, la fuente más concentrada. Las grasas proporcionan nueve calorías por gramo, en comparación con las cuatro por gramo de los carbohidratos y las proteínas. Sin embargo, si se eliminan por completo las grasas de la dieta, existe el riesgo de falta de vitaminas, especialmente de los grupos liposolubles A, D y E, que el cuerpo no puede sintetizar y solo se obtienen de las grasas. Las proteínas de alimentos como carne, huevos y queso proporcionan la materia prima que el cuerpo necesita para crecer y reparar los tejidos gastados.
El cuerpo guarda un estado de continua renovación, integrándose y desintegrándose sin fin. El revestimiento del intestino delgado, por ejemplo, se reemplaza cada 48 horas; las plaquetas de la sangre viven casi 120 días; algunos ligamentos y tejidos que protegen articulaciones principales se reemplazan, quizá, cada diez años. A menos que las proteínas y los carbohidratos se ingieran juntos, los aminoácidos esenciales se quemarán para proporcionar energía en lugar de que sean utilizados para la formación y reparación celulares. El cuerpo metaboliza las proteínas solo con ayuda de vitaminas y minerales. Las vitaminas son factor determinante para las tremendamente complejas reacciones químicas que mantienen la salud de diversos órganos y tejidos corporales. En muchos procesos moleculares del cuerpo también se necesitan minerales, o microelementos, como el calcio para huesos y dientes, y el hierro, para la sangre. Grasas, carbohidratos, proteínas, vitaminas y microelementos son esenciales en la dieta; un adecuado equilibrio influye en la salud, la longevidad y la resistencia a enfermedades. Mantener el peso correcto depende de no comer demasiados alimentos cuyo contenido calórico sea desproporcionadamente alto, es decir, los alimentos que nos engorden. Muchos alimentos rápidos son ricos en calorías y en grasas. Por ejemplo, si se reboza un trozo de pescado y se fríe en aceite caliente, su valor energético se eleva casi cuatro veces.