¡Sorprendente! Los castores tienen la capacidad modificar los bosques.
Castores que transforman los bosques
Una pareja de castores en busca de un lugar para vivir elegirá un lugar de un río donde puedan construir una presa para hacer un lago o un estanque. Dentro de este estanque, los castores levantarán una casa con cúpula para toda la familia. Hasta unos 15 individuos pueden vivir en este lugar: la pareja con sus recién nacidos y los hijos que dieron a luz en la temporada anterior. La acción de una familia de castores en la construcción de su hogar puede transformar un bosque atravesado por un río en una pradera abierta y fértil.
El estanque de los castores debe ser suficientemente profundo como para que todas las entradas de la madriguera sean subacuáticas y estén fuera del alcance de depredadores como coyotes y osos. Las paredes de la presa se construyen a partir del lecho del río, con ramas, piedras y barro, hasta que sobresalen 1,2 m de la superficie del agua. Para construir la presa, los castores derriban todos los árboles pequeños de las cercanías. Si los árboles se encuentran demasiado lejos del río, harán canales para arrastrarlos a través de ellos.
Los castores están bien provistos para derribar los árboles: poseen dientes muy afilados, que pueden cortar troncos de hasta 50 cm de diámetro. Sus hábiles patas delanteras les permiten cavar y sujetar mientras que las patas traseras y la cola les ayudan a moverse en el agua. Estos animales pueden sellar la parte posterior de la garganta, y roer los árboles sin ahogarse. Además, son capaces de cubrir sus dientes delanteros con una membrana de piel, para evitar tragar agua.
Aunque los castores destruyen los árboles, su proceso de construcción reporta algunos beneficios al medio natural. Al sacar barro del lecho del río para sellar las presas, quedan al descubierto algunos pequeños animales que sirven de alimento a los peces. Este proceso también esparce las semillas de las plantas acuáticas y crea nuevas áreas de crecimiento para las plantas. Esto, a su vez, ofrece nuevos escondites para los peces, que huyen de sus depredadores.
Los castores no son muy apreciados por los agricultores debido a que la inundación de las tierras provocada por los estanques puede afectar las áreas de cultivo. Sin embargo, los estanques de los castores también pueden ser una ventaja para los trabajadores del campo, ya que regulan la corriente del río. Finalmente, el cieno se acumula en el fondo del lago de los castores y la familia tiene que abandonar el lugar. El lago se convierte en un pantano donde las plantas y el pasto echan raíces para después hacer del lugar una bella pradera.