¿Cómo hacen para que las escenas parezcan tan reales?
¿Balas y sangre en el cine?
Desde la primera película muda que contaba una historia. En El gran robo del tren (1903) la violencia ha sido un ingrediente infaltable del cine. Antaño las balas que daban contra paredes y botellas eran disparadas por un tirador con municiones de verdad, pero como esto era muy peligroso tuvieron que idearse otras técnicas.
Para hender una pared de madera, se insertaban en esta fulminantes de balas que se detonaban en sincronía con los disparos y para hacer impacto en personas se fijaba un fulminante a una placa de metal que los actores llevaban bajo la ropa: el fulminante era detonado por un técnico mediante cables eléctricos unidos a la placa, pero había riesgo de que alguien resultara herido o sufriera quemaduras.
Así que los creadores de efectos idearon una carga explosiva sin humo y no metálica que puede detonarse mediante unas baterías diminutas atadas al cuerpo del actor con cables controlados desde un tablero o por radio.
Para la escena de su muerte en Bonnie and Clyde (1967), la actriz estadounidense Faye Dunaway llevaba bajo la ropa varias de dichas cargas, las cuales habían sido dispuestas para ser detonadas en rápida sucesión: el cuerpo de la actriz se cimbró con violencia cuando las balas la acribillaron. La escena fue filmada a alta velocidad para que al ser proyectada en forma normal en los cines produjera un efecto impactante y realista.
Para simular la sangre que mana de las heridas de bala suelen atarse bolsas de látex llenas de líquido rojo a las cargas explosivas que los actores llevan atadas al cuerpo; al detonar éstas las bolsas se revientan.
Para crear el efecto de que una lanza o flecha atraviesa a alguien, la técnica más usual es disparar un proyectil inocuo con un rifle de aire a una placa metálica que el actor lleva bajo la ropa: el proyectil avanza por un alambre y se clava en una almohadilla de corcho pegada a la placa.