Las 7 Maravillas Naturales Argentinas cumplen dos años desde su consagración. Su variedad, riqueza y potencia escenográfica prometen una explosión de visitas a salida de la pandemia.
Hace exactamente dos años, en mayo de 2019, se consagraron las 7 Maravillas Naturales Argentinas. Por medio de una elección popular, más de un millón de votos decidieron cuáles, de entre los 28 finalistas, eran los lugares más valorados por los argentinos y también por los amantes de la naturaleza de otros países, igualmente habilitados para sufragar.
Es importante tener en cuenta que no se trató de un hecho puntual e “impulsivo”: la gente misma fue la que postuló los lugares que le parecían los más bellos o destacables. Fueron 417. De estos, una primera votación dejó 77 precandidatos durante 2018. Y sobre ese universo un panel de expertos (científicos, fotógrafos, representantes del sector turismo y artistas, entre otros) dirimió a los 28 finalistas de 18 provincias del país, pero no por capricho: se evaluaron los siete atributos que toda maravilla debería poseer: espectacularidad escenográfica, originalidad geológica, singularidad/relevancia, biodiversidad/heterogeneidad, sustentabilidad, accesibilidad y potencialidad turística.
Esta competencia tenía un objetivo por encima de los lugares en sí: unir a la Argentina y entregar un mensaje sobre la importancia de conservar, promover respetuosamente e impulsar el desarrollo económico y turístico local, siempre en un marco de protección de la sustentabilidad de todos los lugares (elegidos y no elegidos).
El tan inesperado arribo de la pandemia global impidió que el impulso turístico incipiente, pero vigoroso, que incluyó también algunos de los finalistas (que entraron en el “radar” de un público que no los conocía) se hiciera todavía más potente. Aún así, varios de los finalistas han estado trabajando en estos meses pandémicos para retomar el impulso cuando regrese la normalidad. Ello, porque saben del alto valor de los lugares y también de integrar el grupo de los siete más valorados
por los argentinos en este siglo XXI.
Parque Nacional Talampaya
El ómnibus, empequeñecido por el contraste de las formaciones geológicas, permite observar la escala de este monumento de eras geológicas desaparecidas.
Parque Nacional Los Glaciares
Una vista inusual del Glaciar Perito Moreno, participantes de un trekking permiten avizorar su magnificencia desde dentro.
Río Mina Clavero
En el corazón de la zona de las sierras cordobesas, el río Mina Clavero discurre, a veces manso, a veces torrencial, dando fe de la mutabilidad del paisaje mediterráneo.
Salinas Grandes
Donde el cielo coquetea con el agua, la sal y el silencio, Salinas Grandes es un polo que atrae a miles de visitantes por esta extraordinaria conjunción.
Bañado La Estrella
Uno de los humedales más llamativos del Cono Sur. Su riqueza biológica y paisajística y su presencia en un entorno semi desértico, dos virtudes que lo destacan.
Parque Nacional Nahuel Huapi
El Parque Nacional Nahuel Huapi contiene una gran riqueza de bosques, lagos, glaciares, playas, montañas y humedales. Aquí una imagen de los alrededores de Puerto Blest.