Conocé como las empresas ganan dinero con esta enfermedad. Enterate y participá en la consigna sobre la Ley de Obesidad en Argentina.
Los estadounidenses tienen un sobrepeso colectivo de 3.283.471.600 kilos (millón más, millón menos). Ahora bien, podemos entender esto de dos formas:
1. El vientre cada vez más abultado del país se está convirtiendo en una plaga, pues genera diabetes, males cardíacos y altos costos de salud.
O…
2. Es una estupenda oportunidad para ganar dinero.
La comunidad médica ya ha reconocido que los pacientes con sobrepeso son un buen negocio: gastamos $ 58.000 millones al año en productos y servicios para bajar de peso, y algunas empresas han engrosado sus arcas porque los hospitales han tenido que abastecerse de equipo adecuado para clientes obesos: aparatos de TAC más amplios, jeringas que atraviesen varias capas de grasa e incluso ambulancias más grandes.
Pero ahora también otros sectores están aprovechando la oportunidad. Todo tipo de empresas, ya sean de ropa de diseñador o artículos domésticos, tratan de ganarse un mercado que hasta hace poco había sido pasado por alto, a pesar de que el 65 por ciento de los adultos estadounidenses tiene sobrepeso y más del 30 por ciento es obeso.
Las personas corpulentas enfrentan obstáculos muy particulares: ese nuevo vestido es amplio, pero ¿está a la moda? ¿Me servirá el cinturón del auto? ¿Hay hoteles que consideren mis necesidades especiales? Hace una década las respuestas eran no, no y no, pero eso ha cambiado.
Stan, un hombre con sobrepeso, se levanta de su cama tamaño California King (la única amplia como para él), entra al baño donde hay un Big John, el inodoro que soporta 550 kilos. “¿Por qué viajar en un asiento de clase turista si puede hacerlo en primera?”, decía el anuncio de livingXL.com. Stan se ducha y se seca con la Megatowel, una… megatoalla; después, se sube a una balanza que hasta hace poco no existía.
Sandy Wise, directora de servicios de Novation, una empresa de equipos de salud, le dijo a U.S. News & World Report que las antiguas balanzas de hospital sólo llegaban a 160 kilos. Para obtener el peso de un paciente obeso “se le debía llevar al área de carga”. Pero las nuevas balanzas digitales llegan a 450 kilos. Por suerte, Stan no se acerca a esos tres dígitos.
Llega el momento de vestirse. Antes, había que conformarse con prendas que parecían carpas, pues los diseñadores no querían verse asociados con talles grandes. Pero el estigma está desapareciendo.
Ahora sabemos que los genes juegan un papel esencial en el peso. Y aunque la percepción general no haya dado un giro de 180 grados, en términos de elegancia las cosas van mejor. Al menos hay opciones, y algunas muy buenas: Eileen Fisher, Liz Claiborne. Ralph Lauren ha lanzado una línea para hombres con sobrepeso.
¿Y por qué no? Las ventas de ese mercado han aumentado vertiginosamente. El 50 por ciento de las mujeres de 18 años o más compra talles grandes, incluido un 29 por ciento del grupo de 18 a 24 años, que impone la moda. Según la empresa de análisis de mercados Mintel International Group, en 2005 dichas ventas ascendieron a $ 32.000 millones, un aumento de 47 por ciento desde 2000. Incluso existe una revista de modas para los lectores obesos: Figure.
Ahora, en lugar de evitar este mercado, las empresas se están interesando en él. “Creemos que palabras como opulenta, curvilínea y voluptuosa deberían ser los pilares del diccionario de la moda”, dice el catálogo de Igigi, una tienda de talles grandes para mujeres. “Es importante acentuar y celebrar la belleza y la sensualidad de la figura femenina, en lugar de cubrirla con metros de tela”.
Stan toma del placard unos pantalones y una camisa, y devuelve los colgadores extraamplios (más de 50 centímetros) que compró en amplestuff.com. Después, se pone su reloj con MegaBand, ideal para su ancha muñeca.
El 50% de las mujeres estadounidenses de 18 años o más dice que compra talles grandes.
Listo para el trabajo, abre la puerta de su Chrysler 300, que compró al saber que en edmunds.com elogiaban su amplitud “en todas direcciones”. El auto incluye un asiento especial para su hijo de tres años (de tal palo, tal astilla). Según un estudio reciente, casi 300.000 niños entre uno y seis años de edad pesan demasiado para los asientos infantiles comunes.
Tampoco su perro schnauzer, Furball, es tan esbelto como antes. Según el libro Fitness Unleashed!, en los Estados Unidos un 40 por ciento de los perros tiene sobrepeso. Stan está considerando soltar $ 380 para 10 sesiones en el spa Dog Run-NYC, donde las mascotas llenitas hacen hidroterapia y, con un poco de suerte, bajan algunas kilos.
Tras el volante, Stan se coloca el cinturón extendido y se pone en marcha. El asiento de su auto no es el único que ha crecido últimamente: en la oficina, se acomoda en una silla reforzada Steelcase Criterion Plus, diez centímetros más ancha que los otros modelos. Los bancos de su iglesia también fueron remodelados hace poco. Antes bastaba con 45 centímetros para cada feligrés, pero ahora la mayoría de las iglesias insiste en 52 centímetros, señala Thomas McElheny, CEO de Church Plaza, que fabrica muebles para iglesias.
A media mañana, Stan se distrae pensando en sus vacaciones. Siempre ha fantaseado con ser vaquero, y ahora el Kay El Bar Guest Ranch, en Arizona, ha adquirido caballos extragrandes: uno de tiro belga y dos percherones (“Son como sofás con patas”, dice el administrador del rancho, Michael Poole). Hace un par de años, Stan habría tenido que subirse a una carreta, contemplar cactus o lo que sea que uno hace cuando no puede cabalgar en un rancho para turistas. Los caballos comunes no podrían cargarlo, pues pesa mucho más del límite de 110 kilos, pero los nuevos soportan casi 140. “Mucha gente se perdía toda la diversión”, dice Poole. “Pero descubrimos esta nueva forma de incluir al mayor número posible de huéspedes”.
Lo de los caballos suena bien, pero la esposa de Stan se enteró de un complejo turístico dedicado a huéspedes con sobrepeso. Aunque Maya Tankah también invita a los esbeltos a disfrutar de sus playas de arena blanca, el hotel fue construido teniendo en cuenta a los clientes rollizos, de ahí sus tumbonas de 1,20 metro de ancho, sus enormes camas y sus amplios caminos. Tal vez una piña colada sea mejor que quedar adolorido después de cabalgar.
Por la tarde, Stan se reúne con su abogado para actualizar su testamento, lo que lo lleva a pensar en su mortalidad. Decide bajar de peso, aunque las estadísticas muestren que podría ser una batalla perdida.
Por las dudas, se ocupa de sus arreglos funerarios. Descarga información de la empresa Ataúdes Goliath, que ofrece el Homestead, un modelo 70 centímetros más ancho que el estándar.
Después del trabajo, sus colegas lo invitan a comer, pero él rechaza la oferta. Toma su paraguas con un arco de 150 centímetros, pasa por las puertas giratorias extraamplias y se dispone a dar una larga caminata. Le parece que necesita el ejercicio.
RESPONDÉ LA CONSIGNA: LEY DE OBESIDAD EN ARGENTINA
El 13 de agosto el Senado de la Nación Argentina aprobó la Ley de Obesidad. Uno de los puntos del proyecto propone que el Ministerio de Salud deberá tomar medidas a fin de que los anuncios publicitarios, y los diseñadores de moda, no usen la extrema delgadez como símbolo de salud o belleza. ¿Qué opinás acerca de este punto o de la Ley de Obesidad en general? ¿Creés que las medidas adoptadas son suficientes para evitar la discriminación y proteger a las personas obesas?
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