Casi siempre la causa de lo que los médicos llaman “disfunción eréctil” es una causa física y corregible, mediante unos cambios de vida muy sencillos.
La mayoría de los hombres tienen problemas ocasionales para mantener una erección, lo cual no es preocupante. Sin embargo, la incapacidad persistente para lograr o mantener una erección adecuada para el coito indica impotencia. Una erección duradera es algo difícil de conseguir por 1 de cada 4 hombres de más de 50 años; y también por algunos mucho más jóvenes. La incapacidad para lograr o mantener una erección se llama impotencia y existen muchas formas de ayudar a que este mal desaparezca.
¿Cuáles son los motivos que la pueden provocar?
La principal causa de la impotencia es la mala circulación y el flujo sanguíneo reducido hacia el pene, que suele deberse a la aterosclerosis (“endurecimiento de las arterias”). Otras posibles razones son desequilibrios hormonales, prostatitis, diabetes, trastornos nerviosos o efectos secundarios de fármacos. Solo 1 de cada 10 casos es psicológico. Sin embargo, no descarte inmediatamente las causas psicogénicas de su impotencia. Pruebe antes con verificar ciertos factores desencadenantes; esto le ayudará a descubrir si padece alguno de los problemas que listamos a continuación: ansiedad de rendimiento (implica el temor a defraudar a su pareja); conflictos en la relación; miedo al embarazo; incluso a ser padre; estrés o fatiga crónica no explícitos; dudas sobre sus preferencias sexuales.
¿Cómo pueden ayudar los complementos?
Varios complementos, al tomarse juntos, mejoran el flujo sanguíneo hacia el pene. Los complementos que aumentan el flujo sanguíneo hacia el pene también pueden prevenir la cardiopatía, ya que ambos trastornos a menudo presentan obstrucción de los vasos sanguíneos. Consulte siempre a su médico.
- La vitamina C mantiene flexibles los vasos sanguíneos, facilitando que se dilaten y dejen pasar más sangre.
- El aceite de linaza y el de onagra tienen distintos ácidos grasos esenciales que también mejoran el flujo sanguíneo; tomados por tiempo prolongado, disminuyen el nivel de colesterol en la sangre y evitan el estrechamiento capilar.
- El ginkgo biloba, que aumenta el flujo al cerebro, puede tener un efecto similar en el pene. Las ecografías de 60 sujetos impotentes que tomaron ginkgo biloba mostraron una mejor circulación de sangre al pene a las seis semanas. A los seis meses, el 50% de los pacientes había recuperado su potencia sexual.
- El ciruelo africano es útil para la impotencia causada por prostatitis. Estudios en animales han confirmado que el ginseng panax y el siberiano aumentan los niveles de testosterona y favorecen el apareamiento; pueden tener efectos similares en los seres humanos.
- Si no surten efecto, prepare un té de damiana de California, que se usa en México como afrodisíaco, o de marapuama (también llamada madera de la potencia), que se usa en Brasil.
- Según los resultados de un estudio reciente, el ginseng puede ser un tratamiento valioso para la impotencia. Hombres que tomaron ginseng panax tuvieron una mejoría del 60% para lograr una erección, comparado con el 30% alcanzado por un grupo que utilizó un placebo.
- Si nada funciona pregunte a su médico sobre el Viagra (sildenafilo). Esta pildorita azul es fácil de tomar.
- Haga ejercicio regularmente, pues mejora el flujo sanguíneo del organismo, aumenta la energía y disminuye el estrés.
- Limite el alcohol y no fume: puede agravarse la impotencia.
- Una psicoterapia ayuda si el estrés o la angustia aumentan el mal.
Todos estos complementos deben usarse por lo menos seis meses para obtener mejores resultados, aunque estos pueden verse a partir del primer mes. Como tienen grandes efectos positivos, pueden ser parte de su programa preventivo general de nutrición.