En el mes de la diabetes te presentamos un nuevo paso de la medicina que ya entusiasma a los endocrinólogos.
La obesidad es una enfermedad
A mediados de este año la Asociación Médica Americana aprobó definir la obesidad como un padecimiento que exige “una gama de medidas”. Se espera que esta decisión histórica, muy respaldada por cardiólogos y endocrinólogos, contribuya a que las aseguradoras cubran tratamientos como la psicoterapia, la medicación y la cirugía para bajar de peso. Considerar la obesidad como algo más que un factor de riesgo de otras enfermedades debe hacer comprender a los pacientes que no se trata de un simple trastorno de conducta —es una consecuencia de alteraciones de la química cerebral y corporal que dificultan adelgazar—, y alentar a los médicos a desempeñar un papel más activo en el peso de sus pacientes, dice Louis Aronne, director del Programa Integral de Control del Peso del Centro Médico Nueva York- Presbiteriano/Weill Cornell, Estados Unidos.
Un antidiabético más eficaz
Un nuevo fármaco contra la diabetes tipo 2, aprobado este año por la Administración de Alimentos y Medicinas de los Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés), entusiasma a los endocrinólogos: a diferencia de otros que reducen la absorción de glucosa de los alimentos, la canagliflozina “hace que el exceso de glucosa en la sangre se elimine en la orina”, explica Ronald Tamler, director clínico del Centro de Diabetes Monte Sinaí, en Nueva York. En un estudio publicado en abril, los diabéticos que añadieron canagliflozina a su medicación controlaron la glucemia mucho mejor que quienes usaron un fármaco que estimula la producción de insulina tras las comidas. La canagliflozina reduce el peso (como un kilo al año) y la presión arterial. En algunos casos podría aumentar el riesgo de infección por levaduras.
