¿Heladera o despensa? ¿Cuánto tiempo puede quedar abierto? ¿Cómo sé si aún está utilizable? Seguí esto…
Azúcar morena
Guardá estos cristales dulces junto con “amigos” para evitar que se pongan duros. Podés poner el azúcar en un recipiente hermético de plástico junto con un alimento que contenga humedad, como una rebanada de pan o unas rodajas de manzana. Así se mantendrá suave y con sabor.
Harina
Mantené fría la de trigo integral. El alto contenido de aceite del germen de trigo puede hacer que la harina se ponga rancia si se mantiene mucho tiempo en la despensa. Si no la usás a menudo, guardala en un recipiente hermético en la heladera, donde dura hasta seis meses. Olela para comprobar su frescura: no debe tener casi ningún olor. Desechala si huele mal. La harina blanca puede durar cerca de un año en la despensa dentro de un recipiente hermético.
Manteca
Podés congelar las barras que no vayas a usar pronto, así evitarás que se pongan rancias o se impregnen del olor de otros alimentos. En la heladera, la manteca sin abrir debe durar unos cuatro meses. En el congelador, cerca de un año. Dejá las barras en su envoltorio original y metelas en dos bolsas de plástico antes de congelarlas. Una señal de que necesitás congelar la manteca es que esté más clara por dentro que por fuera. Eso indica que se está oxidando porque lleva mucho tiempo guardada y ya no está fresca; el color debe ser uniforme.
Salsa de soja
Revisá el color. Cuando está fresca, esta salsa es de un tono café rojizo; si está muy oscura, lo más probable es que esté oxidada. La salsa de soja no necesita mantenerse fría, pero la refrigeración ayuda a que conserve todo su sabor hasta por dos años.
Miel de abejas
Hacé que la miel cristalizada vuelva a ser líquida poniendo a calentar el frasco a baño María o en una sartén con agua a fuego medio; con una cuchara limpia de madera, revolvé los cristales hasta que se hayan disuelto. No guardes la miel en la heladera, ya que el frío puede cristalizarla nuevamente. La miel puede durar de manera indefinida, incluso una vez abierto el recipiente (en tumbas del Antiguo Egipto se han descubierto tarros con miel aún conservada) porque ciertas enzimas presentes en el estómago de las abejas crean subproductos que combaten a las bacterias.
Tomates
No los guardes en bolsas plásticas. El etileno atrapado hará que maduren más rápido. Se deben guardar según su grado de maduración. Los verdes, con el tallo hacia abajo, en una bolsa de papel, o en una sola fila dentro de una caja de cartón que se deje en un lugar fresco, hasta que estén rojos. Los maduros deben conservarse a temperatura ambiente, donde no les dé el sol, en una sola fila, sin que se toquen entre ellos y con el tallo hacia arriba. Los demasiado maduros deben ponerse en la heladera, pero hay que dejarlos que estén a temperatura ambiente antes de comerlos.
Especias rojas
Guardá las especias de este color en la heladera. La luz y el calor de la cocina pueden opacar el tono brillante de la páprika (o pimentón), la pimienta roja en polvo y el ají picante molido y quitarles frescura. Para evitarlo, mantené estos condimentos en la heladera.
Aceite de oliva
A menos que lo uses mucho, comprá botellas pequeñas. Una vez abierto, el aceite de oliva se pone rancio en tan solo tres meses (aunque en la etiqueta diga que dura más tiempo). El aceite de oliva fresco huele a aceitunas verdes maduras y tiene una nota de sabor ligeramente picante; tené cuidado si presenta olor a cera: puede ser señal de deterioro.
Queso
Dejalo respirar. Envolvelo en un material poroso. Si no tenés papel especial para envolver queso, usá papel encerado. Evitá guardar el queso en papel de aluminio o en bolsas de plástico de cierre hermético. Si el queso no recibe un poco de oxígeno, se secará rápidamente.
Mayonesa
Ubicala en la puerta de la heladera. Si la colocás en uno de los estantes o cajones interiores, puede enfriarse mucho, lo que hará que el aceite se separe y se concentre en la parte alta del frasco. Si guardás la mayonesa en la puerta, durará dos o tres meses después de la fecha de compra.