Tradicionalmente, si uno padecía hipo, insomnio o indigestión, el eneldo era el remedio ideal.
Su nombre proviene de la antigua palabra noruega dylla, que significa “aliviar” o “arrullar”. Con su ligero sabor a alcaravea, el eneldo tiene una larga historia en la cocina y la medicina indias. El aceite esencial de las semillas es un ingrediente clave para preparar agua de eneldo, un tratamiento popular para la flatulencia y los cólicos intestinales en bebés y niños.
Las semillas se utilizan para mejorar el flujo de leche en las madres que están lactando. Con este uso, incluso cantidades culinarias de semillas de eneldo permiten que las propiedades medicinales pasen al bebé. Las semillas de eneldo se pueden usar en los adultos para padecimientos gastrointestinales, meteorismo, inflamación y dolor, gracias a su efecto antiespasmódico. (No lo uses en cantidades mayores a las que empleás para cocinar, si estás embarazada o lactando, a menos que las consumas bajo supervisión médica)
Jardinería
- Ubicación. El eneldo requiere sol directo y una tierra húmeda, bien drenada.
- Propagación. Sembrá las semillas directamente en la tierra, en primavera, tras la última helada; cubrilas ligeramente con tierra y mantenelas húmedas hasta que germinen, o plantá brotes con la tierra de la maceta. En zonas donde no hay heladas, plantalas a finales del otoño.
- Mantenimiento. Quizá tengas que ponerles estacas a algunas plantas. Dejá 45 cm de separación entre ellas.
- Plagas y enfermedades. No tiene ninguna de consideración.
- Cosecha y almacenamiento. Cortá las hojas conforme lo requieras. Esparcilas sobre papel y llevalas al microondas para que conserven su color y olor. Guardalas dentro de un recipiente hermético, en un lugar fresco y seco. Guardá las hojas frescas en una bolsa de plástico en la heladera, o picalas finamente y ponelas en cubeteras, cubrilas con agua y congelalas. Cosechá las semillas cuando se sequen las cabezas de la planta.
En la cocina
Las hojas frescas, cuyo sabor es una mezcla entre anís y perejil, son un buen complemento para quesos suaves, salsas blancas, platos de huevo, mariscos y pollo, ensaladas, sopas y vegetales, sobre todo para las papas. Añadí el eneldo a los platos calientes antes de servirlos, pues la cocción reduce su sabor. Las semillas de eneldo se usan en mezclas de especias para encurtidos, en panes (especialmente de centeno) y en condimentos comerciales para la carne.