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Exfoliante casero para la piel a base de avena

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Se van los últimos fríos y el invierno nos deja una piel seca que estás a tiempo de recuperar. Pruebe con algunos de estos «remedios caseros».

El problema aparece al ducharse seguido, al usar jabones que secan la piel o al vivir en una casa con aire muy seco. ¿Cuál es el mejor refrescante para la piel deshidratada? La mayoría de los humectantes (que, en realidad, no le agregan humectación a la piel, sino que actúan como contención de la humedad que ella ya tiene) son muy útiles. También puede probar alguno de los remedios caseros que le indicamos a continuación.

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¿Qué le deja a nuestra piel el invierno?

Cuando la piel está bien, las glándulas producen constantemente un aceite llamado sebo, que la mantiene humectada y elástica. Sin embargo, en invierno, el aire seco (tanto del exterior como del interior) puede hacer que la piel le pique, se le descame, se le agriete y se le ponga áspera. Las manos y la cara son las que más sufren porque son las más expuestas. Y las manos son el órgano que menos sebo protector produce.

Exfoliante casero con leche y avena

  • El ácido láctico que contiene la leche exfolia las células muertas de la epidermis y también aumenta la capacidad de contener la humedad que posee la piel.
  • Sumerja una toalla para la cara en leche fría, luego aplíquela en algún área de la piel que esté muy seca o irritada. Déjela cinco minutos y, cuando se enjuague hágalo con suavidad, para que permanezca algo del ácido láctico en la piel.
  • Además, para ablandar las partes ásperas de la piel, llene la bañera con agua tibia y agregue dos cucharadas de sales de Epsom; luego, sumérjase y quédese algunos minutos. Mientras la piel aún esté húmeda, también puede frotarse un puñado de sales en las zonas ásperas para exfoliarse. Se sorprenderá de lo bien que le quedará la piel cuando salga. Si tiene algas secas y las incorpora al agua de baño, aumentará aún más el efecto suavizante.
  • O bien, muela bien finamente 200 g de avena arrollada y colóquelos en la bañera con agua tibia, junto con media taza de bicarbonato de sodio. La avena alivia la sequedad y picazón de la piel, y el bicarbonato ayuda a eliminar las células muertas de la epidermis.

Simple como cambiar el jabón

  • Si usa un jabón desodorante, cámbielo. Estos jabones secan la piel y contienen perfumes, que son irritantes.
  • En cambio, utilice un jabón cremoso que tenga aceite o grasa agregados al final del proceso de fabricación y dejan una beneficiosa capa aceitosa sobre la piel.
  • Además, elija limpiadores suaves, cuyos pH sean más parecidos a los de la piel y eliminen la suciedad sin quitar demasiado aceite natural.
  • El dato: los jabones líquidos son más suaves para la piel. Elija alguno que diga “humectante” en la etiqueta. 
  • Pruebe también con un aceite limpiador casero para quitarse el maquillaje: combine tres cucharadas de aceite esencial de almendras, tres cucharadas de aceite de jojoba, cinco gotas de aceite de palmarosa y tres gotas de aceite de rosas. Conserve esta preparación en un frasco de vidrio oscuro y agítela bien antes de usar. 

Tonificantes caseros

  • Siempre manténgase alejado de los tonificantes fuertes con base de alcohol. Cámbielos por este delicado refrescante facial: combine una cucharada de hamamelis (escoba de bruja) con dos cucharaditas de glicerina vegetal, 200  cc de agua de rosas y cinco gotas de aceite de caléndula; luego agite bien.
  • Para usarlo, empape un algodón y fróteselo por la cara antes de humectarse.

Humectante casero con palta

  • Pise una palta madura y aplíquese el puré en la cara como máscara humectante. El aceite actúa como emoliente, y también contiene vitamina E, que es beneficiosa para la piel.

Dese duchas y baños cortos

  • Limite los baños y las duchas a 15  minutos. Un baño más largo remueve los aceites protectores de la piel.
  • Y use agua tibia, no caliente, ya que esta última quita el aceite de la piel.
  • Además, puede agregar un emoliente al agua de la bañera. Use el jabón con mesura: solo en las axilas, la zona de la ingle y los pies. Lávese el resto del cuerpo con agua.
  • Por último, dúchese a la noche, así su piel podrá reemplazar los aceites protectores mientras usted duerme.
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