¿Quién mejor que las dermatólogas para contar cómo cuidar la piel en verano? Estos son sus secretos para que tu piel luzca hermosa y a la vez reducir riesgos de cáncer.
1. Eliminar las capas viejas
Dos veces por semana frotar la piel con un cepillo, un exfoliante o una loción de ácido salicílico para que esté tersa y absorba mejor cremas y sueros. Si se te irrita, exfoliate solo una vez por semana.
2. ¿Cómo limpiar la piel con gel?
En tiempo de calor, utilizá un limpiador en gel y no en crema: es más ligero y aun así humecta bien. Si tenés la piel grasosa, probá un limpiador en espuma. Lavate la cara todas las noches; pasar más tiempo al aire libre supone mayor exposición a los contaminantes del aire, que pueden mezclarse con el humectante y el maquillaje y acentuar las señales de envejecimiento.
3. Cambiar también de humectante
Las cremas espesas contienen grasas que pueden tapar los poros y propiciar la aparición de granitos durante la época más húmeda. Elegí mejor sueros, lociones y geles hidratantes.
4. Usá bien el filtro solar
Por la mañana, antes del maquillaje, aplicate un filtro con un factor de protección solar (FPS) mínimo de 30. Volvé a aplicarlo cada dos horas si estás al aire libre. Para que no se te corra el maquillaje, usá un filtro mineral en polvo que sea fácil de aplicar a lo largo del día.
5. Ponete un sombrero
Cada 2,5 centímetros de ala de un sombrero aumentá en 10 % la protección de la cara. Si ejercitás al aire libre, usá ropa protectora (buscá el factor de protección ultravioleta, o FPU, en la etiqueta). Podés reducir aún más el riesgo si salís antes de las diez de la mañana, o después de las cuatro de la tarde.
6. No confíes en las nubes
Pueden sufrirse quemaduras de sol aun en días nublados, cuando el aire fresco invita a omitir el filtro solar, pero las nubes bloquean solo cerca del 20 % de los rayos UV. Aplicate el filtro protector como en un día soleado.
7. No te olvides de las zonas engañosas
Un número asombroso de cánceres de piel se producen detrás de las orejas y en otras partes del cuerpo que pueden pasarse por alto al aplicarse filtro solar. Protegete las orejas, los empeines y las manos.
8. Comé alimentos buenos para la piel
Los estudios indican que consumir alimentos ricos en antioxidantes (como frutas y verduras coloridas, té verde helado y frutos secos) y probióticos (yogur griego con cultivos vivos y activos, y kombucha, un té fermentado) forman un filtro solar adicional desde adentro.