Cápsulas de aceite de menta para los espasmos. Este remedio ayuda a relajar los músculos de las vías gastrointestinales. En un estudio bien diseñado de 57 personas con síndrome de colon irritable, el 75 por ciento de quienes tomaron cápsulas de aceite de menta notaron una mejoría en los síntomas de un 50 por ciento o más después de cuatro semanas, en comparación con el 38 por ciento de quienes tomaron un placebo. Los voluntarios del estudio tomaron dos cápsulas dos veces por día. Utilice comprimidos con recubrimiento entérico, para que el aceite se libere en el intestino y no en el estómago.
Hipnoterapia. En un estudio británico, los pacientes con síndrome de colon irritable que tuvieron cinco sesiones de hipnoterapia sufrieron menos dolor y diarrea después de tres meses que los voluntarios que no utilizaron este método. Los beneficios se desvanecieron con el tiempo. Después de un año, el grupo que se sometió a hipnosis necesitaba menos medicamentos para controlar el colon irritable, pero sus síntomas eran similares a los del otro grupo. En otro estudio, las personas que se sometieron a 12 sesiones a lo largo de tres meses aún se sentían mejor cinco años después. Pídale a su médico que lo derive con un profesional capacitado en esta técnica.
Relájese con el yoga. En un estudio realizado en la India, los hombres con síndrome de colon irritable presentaron la misma reducción en la diarrea después de dos meses de hacer yoga o dos meses de tomar el medicamento de venta libre loperamida todos los días. Según los investigadores del All India Institute of Medical Sciences en Nueva Delhi, en India, esta práctica relajó los nervios hiperactivos que estimulan la actividad intestinal. Mientras tanto, un estudio canadiense de adolescentes con síndrome de colon irritable descubrió que realizar rutinas de yoga a diario siguiendo las instrucciones de un video contribuyó a aliviar la ansiedad.
Consulte con un terapeuta conductual cognitivo. Esta conveniente terapia tiene como objetivo ayudarlo a percibir los problemas cotidianos y responder a ellos de nuevas formas, y a encontrar soluciones adecuadas. También puede trabajar para desarrollar habilidades de relajación. Algunos estudios concluyen que esto es beneficioso para el síndrome de colon irritable y otros afirman lo contrario o descubren que funciona durante un tiempo. Es posible que valga la pena intentarlo si se siente abrumado por los síntomas de esta afección o si no puede hacer todas las cosas que desea o necesita hacer en su vida. Parece funcionar mejor como terapia suplementaria, junto con medicamentos.
Intente la biorretroalimentación. Si sufre de constipación, aprender a utilizar correctamente los músculos abdominales para defecar podría mejorar los resultados y hacerlo sentir mejor. En un estudio australiano, 25 mujeres con síndrome de colon irritable utilizaron biorretroalimentación mientras un médico y una enfermera las entrenaban sobre la forma adecuada de defecar sin hacer demasiada fuerza. (¡Practicaron con globos, no con lo que está pensando!). Este tipo de biorretroalimentación utiliza una sonda insertada en el recto para medir la presión que se hace sobre las heces. ¿El resultado? El 75 por ciento dijo haber mejorado. Otros tipos de biorretroalimentación también pueden ayudar a las personas con síndrome de colon irritable a controlar el estrés.
Incorpore bacterias buenas. Los probióticos –en forma de suplementos o como yogur con cultivos activos– pueden ayudar a aliviar los síntomas del colon irritable al incrementar los niveles de bacterias beneficiosas en el tracto intestinal. En un estudio, 44 personas con síndrome de colon irritable tomaron un suplemento que contenía lactobacillus y bifidobacterias, también presentes en los yogures con cultivos vivos y activos, durante una semana. Los síntomas como el dolor, los espasmos, la constipación y la diarrea mejoraron en un 50 por ciento.