Una investigación revolucionaria que muestra los avances científicos con respecto al placer.
Hablamos con Morten Kringelbach, neurocientífico de la Universidad de Oxford y autor del libro The Pleasure Center (“El centro del placer”), sobre su revolucionaria investigación y nuestro constante anhelo de sentirnos bien.
¿Puede usarse el placer como medicina?
Al estimular los sitios correctos, implantando electrodos en el cerebro de una persona con dolor, éste desaparece casi mágicamente, y el alivio es muy placentero. También podría ayudar a personas con depresión.
¿Y si me implantaran un electrodo por puro placer?
No funcionaría. El cerebro se equilibra solo, y aunque podemos restaurar ese balance temporalmente, no es posible fijarlo de una forma particular. Es por eso que mucha gente se recupera de la depresión más o menos en un año, aun sin tratamiento.
¿Qué considera más placentero la gente en la vida cotidiana?
El sexo, y después estar con los amigos. Casi todo lo que consideramos grato es mucho mejor cuando lo hacemos con alguien más.
¿Curaría adicciones, como comer en exceso?
Es probable que la estimulación cerebral profunda con electrodos pueda ayudar a restaurar el equilibrio de los mecanismos de saciedad selectiva en el cerebro.
¿Cómo podemos vivir una vida más placentera?
No hay soluciones mágicas. Disfrute de su familia y amigos, y trabaje menos. Los placeres más sencillos son los mejores.